El dirigente sindical, en el día del militante, acompañó el reclamo de los trabajadores de la salud de la Ciudad y la Provincia de Buenos Aires.
Recordó el dia del regreso de Juan D. Perón en 1972 y advirtió que mientras los sectores politicos no allanen las diferencias que vienen del pasado, «no habrá paz en la Argentina»
-¿Hoy dia del Militante, que hiciste?
Estuve con los residentes marchando en la Capital Federal, por sus salarios, y ahora por los concurrentes porque son una especie de esclavos de este siglo. No tienen ART, ni Obra social, ni les pagan salario y trabajan casi 90 horas semanales.
Marchamos una columna importante de médicos de Vicente López, más de 150 junto con el Sindicato. Fue un contundente reclamo por mejoras salariales y condiciones laborales.
–Hoy al margen de este conflicto específico, no hay un solo rubro del mundo del trabajo que funcione bien.
No funciona bien porque no hay coordinación de ningún área, no están los personajes idóneos en el tema de Salud, Educación. La Salud está muy golpeada, los hospitales están muy venidos a menos. La gente que antes podía pagar una prepaga, ahora se vuelca al hospital público que está colapsado.
Ni qué hablar con el tema de la alta complejidad que prácticamente en provincia no existe, salvo en dos hospitales, tres, pero no son los hospitales que por lo menos los peronistas conocimos con Perón.
Hace 50 años, 17 de noviembre de 1972 volvía el General Perón. ¿Vos dónde estabas?
Yo estaba en Ezeiza. Era chico, me había llevado un casi familiar. Había salido en micro de Vicente López, y junto a dirigentes de ese momento fuimos a ese recibimiento multitudinario en Ezeiza. Yo era muy chico.
Entonces tu militancia empieza ahí, calculo yo.
Desde muy temprano inclusive en el Secundario nacional y comercial de Vicente López, mis compañeros me eligen Delegado y yo fui parte del Centro de Estudiantes mucho tiempo. Tuvimos compañeros desaparecidos, militantes de ese momento era Pablo Meijide, las hermanas Zimmerman, casi nueve. Ellos eran de la juventud guevarista y yo era el único delegado peronista.
¿Pablo Meijide era de la juventud guevarista?
Sí , la mayoría eran de la juventud guevarista.
Ahora me explico el anti peronismo de Fernández Meijide.
Puede ser, en ese tiempo lo más lógico en un mundo que venía del ‘68 francés, y el Che Guevara estaba en las remeras de todo el mundo. Hoy a la distancia uno ve también todos los errores que hemos cometido. Yo he cometido muchos, realmente me hago autocrítica. Porque estábamos en contra de todo y no sabíamos por qué, pero vivimos una época terrible que terminó en una de las Noches más largas y tremendas de la Argentina que fue la dictadura militar a la que me enfrenté como delegado prontamente. Ingresé a la Municipalidad de Vicente López en el 77, en diciembre y ya en el año 79 se produce una huelga con los obreros de mantenimiento y fuimos detenidos 9 horas y prontamente liberados, pero hicimos el reclamo.
Después marché junto a Ubaldini, hice el paro del ’79 también, y del ’82 donde fue el famoso hecho donde caímos muchos presos por la lucha del advenimiento de la democracia que no solo lo hizo mayormente la CGT Azopardo. La multipartidaria también tuvo que ver en la recuperación de la democracia junto a la lucha de movimientos sociales y específicamente lo que la gente conoce que ahora está en boga por el tema también de la película «1985»que fueron los Organismos de Derechos Humanos.
A Alfonsín se lo menciona como el “padre de la democracia”, pero fue uno de los que se opuso a la fórmula Perón-Balbín.
La fórmula Perón-Balbín comienza desde el año ‘70, creo que en septiembre a través de Paladino, con una especie de acercamiento, intercambio de opiniones, y Balbín es coincidente con muchas de las apreciaciones de Perón. Pero por qué la carta a través de Paladino que era el Secretario General del Movimiento Nacional Justicialista en ese momento y mano derecha de Perón? Porque habia emisarios que boicoteaban el acuerdo y transmitian cosas distintas de las que Perón mandaba a decirle a Balbín y entre ellos estaba la facción de Alfonsín.
Hay un diálogo registrado entre Paladino y Balbín donde el radical dice: “Yo tengo un 30% del partido ya rojo, y me dicen lo que ellos quieren y me trasmiten otra cosa y me están llevando para otro lado”. Y Paladino le contesta: “No se preocupe que nosotros tenemos muchos más que ustedes”.
Esta no es una apreciación mía ni estoy haciendo crítica de nada. Estoy trasmitiendo lo que está escrito en la historia, documentada.
Perón, al querer llevar en la fórmula a Balbin pretendia una verdadera conciliacion nacional. De haber sucedido, otra seria la historia
Perón era muy lúcido y sabía que clínicamente no estaba bien y así como los médicos le aconsejaban que se quedara en Puerta de Hierro, hubiese vivido más. Pero todos sabemos lo que es la presión de un Jefe de Estado en esa época, en particular la convulsión que se vivía. Veníamos de un Cordobazo muy fuerte, de enfrentamientos terribles armados en Tucumán y en otras provincias que se estaban llevando a cabo, una Argentina convulsionada, una interna militar entre facciones peleadas; Levingston con Lanusse, éste con Onganía y Aramburu. Unos que propiciaban el hecho de que Perón no volviera más y otros que decían que la mejor forma de terminar con el peronismo era que fracasara y que viniera definitivamente. Otros como Levingston cuando anuncia que va a hacer entrega del cuerpo de Eva Perón soñaba con apoderarse del peronismo como alguna vez lo hiciera Frondizi con los votos.
¿Desde esa fecha al día de hoy, con Cristina hablando en La Plata ¿Cuál es tu juicio?
Lo que veo ya que hemos hablado tanto del pasado, es que hay algo del pasado que parece que siempre revive y que no ha sido resuelto. Cuando Perón es derrocado, el general que asume es Lonardi, y dice una frase que no es de él ( es de Justo José de Urquiza), pero quedó en la historia: “Ni vencedores, ni vencidos”. Y parece que caprichosamente en la Argentina las facciones se enfrentan sin importarle el interés del pueblo que es el que padece. Hasta que eso no esté resuelto no habrá paz en la Argentina. Parecería ser que fuera así.
