La ley de bases se votó y la entrega del país comienza a darse en cuotas. Ya sabemos que el blanqueo espera a los ávidos lavadores que por ahora no se presentan. También sabemos que el gobierno va por el fútbol y los senadores aumentan o bajan su sueldo según el humor social.
Todo lo sabemos, también que los servicios se hacen imposible de pagar y los salarios se cierran con paritarias que dan vergüenza.
Milei sigue en la presidencia y nadie se explica como todavía existe un segmento de la población que lo apoya. La propaganda, las operaciones periodísticas y la traición de unos “compañeros” explican la permanencia del tirano.
Detallar la obra de los traidores es como mucho, contarle las operaciones periodísticas es fácil, simplemente se sintoniza La negación más o Todo Negativo ahora con el acompañamiento de
Cristina 5 Néstor.
El tirano permanece en su lugar gracias al accionar propagandístico, redes inclusive. La propaganda es el principal procedimiento de acción sicológica e incluye la manipulación y el uso de la mentira intencional en el discurso público. Es el empleo deliberado y planificado de un tema, a través de la sugestión compulsiva y de técnicas sicológicas afines, con el propósito de alterar y controlar opiniones, ideas y valores, mediante la exacerbación del miedo y el odio en la población. Esta idea que publica Carlos Fazio en su libro Terrorismo Mediático parte del pensamiento del inglés Tomas Hobbes que proponía el miedo del gobernante hacia la población para su absoluto control.
Fazio también relata que “la propaganda es el lenguaje destinado a la masa, que emplea palabras y otros símbolos que sirven como vehículo: la radio, la prensa gráfica, televisión, cine, redes, y toda herramienta audio- visual.
Siempre existe un arma esencial en toda operación y es la mentira. También hay filtros como cuenta Noam Chomsky que son conceptos como el anticomunismo o el antiterrorismo, o sea correctivos para disciplinar a los medios hegemónicos.
Entiende ahora como es posible que alguien con facultades delegadas y alteradas gobierna sin consecuencia alguna. Los medios desparraman mentiras avaladas por el sistema. Aquellos opositores son funcionales a los oficialistas y arriba y desmintiendo a todos un tirano que habla de casta. Detrás del escenario una oligarquía financiera que no deja de reír. Por eso la pregunta para nosotros sería hasta cuando debemos aguantar a estos liberchorros. ¿Ya es tiempo de decisiones, no le parece?
