Opinión

Un polvorín

Por Dany Wilde.

El mundo es un polvorín continuo. Si no hay guerra en Asia es en África o en Centroamérica, pero siempre el olor a muerte ocupa las primeras planas. En los confines de los 90 la guerra de los Balcanes decidió que Yugoslavia, que comenzó en 1919, se disolviera y dividiera. Al mismo tiempo había pólvora en Medio Oriente o en Sudán.

En el génesis de este siglo los musulmanes fueron el enemigo, los judíos tramaban como quedarse con Gaza y hoy lo hacen. Irak, Irán y algunos africanos sufrían la muerte de sus seres queridos. Claro que la guerra no era un objetivo de un país determinado. La OTAN era el mascarón de proa, y lo es, de la oligarquía financiera. Quien si no. Las familias de elite planetarias representadas por marcas como Blackrock, la JP Morgan, la Casa Rothschild y otros son los que cortan el bacalao desde 1954 a la fecha.

Un ejemplo concreto que nos toca de cerca es la comandante para el Atlántico Sur Laura Richarsonn. Mientras Cristina Fernández era vicepresidente le realizó una visita y ordenó luego de saludar. Un año más tarde fue muy clara y dijo públicamente: “las reservas de litio, petróleo y agua las tenemos en el triángulo que conforman Brasil, Bolivia y Argentina”.

Sigamos mostrando como actúan las corporaciones transnacionales. El patrón consiste en instigar a una guerra civil, esto puede ocurrir en Asía o África. El conflicto bélico sirve para arrasar una sociedad a largo plazo y saquear con total libertad sus recursos. Léase Irán, Irak, Siria, Gaza, territorios con petróleo y gas.

En América no existe la posibilidad de la guerra civil, es más barato financiar oficialismo y oposición de cada país que terminan entregando a sus votantes para que los señores feudales, vulgarmente llamados mega empresarios, se queden con todo. Por las dudas, siempre está la OTAN para poner miedo o los medios hegemónicos para controlar las cabezas.

¿Usted no lo cree? Concretemos. La ley de bases sirve para que una familia de elite invierta 200 millones verdes, una propina, traiga sus máquinas, sus empleados y después de comprar media provincia de Catamarca, por citar un ejemplo, se lleve el litio, destroce el medio ambiente, coimee a su gobernante y los habitantes sufran el desastre ecológico a cambio de nada.

Los humedales en el litoral pueden ser comprados por monedas para llevarse el agua. El petróleo, hoy, se extrae de Malvinas, también encontraron en la Antártida Argentina cuya cantidad es dos veces Arabia y será de algún Rockefeller. El mismo que está operando en Vaca Muerta y que hoy se lleva el gas mientras nosotros lo compramos a un precio multiplicado por tres. Gracias Milei.

Claro que los mega empresarios pasan por filántropos nunca por emprendedores. A cambio de sus viles ganancias hacen pequeñas donaciones al arte, la cultura y la iglesia. Se acuerdan de frases como me costó un Perú, vale un Potosí, el rio de la plata, las riquezas argentinas, bien todo eso son solo frases. El continente fue, es y será desbastado por la oligarquía financiera utilizando como escudo protector al imperio. Mientras tanto nosotros votamos a un payaso que viaja con la nuestra y la oposición encarna el papel de la señora que sale a barrer la vereda y se queja del gobierno con su vecina que sentada en una silla y con una pava a la derecha le
ceba un mate. En síntesis, nos toman por idiotas, ¿no le parece?

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