Sin educación no hay futuro de nuestro país
Por (*) Francisco Manuel Silva
La educación es un pilar fundamental en el desarrollo de cualquier sociedad. Es a través de la educación que las personas adquieren los conocimientos, habilidades y valores necesarios para enfrentar los desafíos del mundo moderno. Sin embargo, en muchos países, incluido el nuestro, la falta de acceso a una educación de calidad sigue siendo una realidad para muchas personas.
A pesar de los avances tecnológicos realizados por la humanidad en el último tiempo, todavía existen grandes brechas en términos de calidad y acceso a la educación. Esto tiene importantes repercusiones no solo para los individuos que no tienen acceso a una educación adecuada, sino también para el futuro del país en su conjunto. El deterioro que ha sufrido la educación en nuestro país es alarmante. De ser líderes en la Región en materia educativa, pasamos a ser en términos criollos “el último orejón del tarro”.
Sin una buena base educativa, es difícil pensar en un futuro prometedor para cualquier sociedad y en especial para nuestra bendita y tan postergada República Argentina. La falta de acceso a una buena formación limita las oportunidades laborales y deteriora las capacidades individuales. Además, perpetúa el ciclo intergeneracional de pobreza y desigualdad a la que nos condujo el populismo kirchnerista.
Por otro lado, la ausencia o deficiencia en la educación tiene efectos negativos sobre el desarrollo económico del país. Una fuerza laboral poco instruida dificulta el crecimiento económico sostenible y limita las posibilidades de innovaciones tecnológicas e industriales. Es por eso que resulta imperativo invertir recursos tanto materiales como humanos en mejorar la calidad y accesibilidad a una educación adecuada para todos los ciudadanos.
El gobierno tendrá la responsabilidad y la dura tarea de garantizar que todos tengan igualdad de oportunidades para acceder a una buena formación académica básica; así como impulsar políticas públicas destinadas al fortalecimiento del sistema educativo nacional. Resulta inverosímil pensar cómo un país con educación gratuita al alcance de todos, se haya transformado en una cuna de ignorantes y para los extranjeros un oasis de saberes que en sus países es oneroso y muchas veces hasta inalcanzable.
Sin duda podemos afirmar que sin educación no hay futuro; por lo cual se debe trabajar duro buscando soluciones integrales con miras hacia alcanzar ese objetivo común y volver a ser la otrora Argentina que supo impartir una educación de excelencia para todos, porque como dijo Don Manuel Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano “un pueblo culto nunca puede ser esclavizado”.
(*) frsilva50@gmail.com
DNI 11500849
