Por Simón Radowistky
En el 2015 el tema central del periodismo argentino fue el caso Nisman. Todavía no resuelta la muerte del fiscal sirvió para que los medios dominantes invadan cada rincón de la comunicación con el tema y con una sentencia, el fiscal fue asesinado.
Esa resolución de los medios fue utilizado por el candidato de derecha y el caso lo ayudó a llegar al gobierno. Pasaron casi 2 años y la presidencia de Macri es la más impopular de la historia. Todos los días una mala noticia para las mayorías. Camino a las elecciones de medio término no tiene nada masivo y positivo que pueda mostrar.
Con un gobierno tan fácil de hacer oposición el oficialismo utiliza la billetera y los servicios de inteligencia para copar los medios y llegar a un resultado no tan desastroso para octubre.
La prepotencia electoral de Florencio Randazzo da una idea de que no es sincero cuando pide la competencia en las paso. Ninguna encuestadora informa que el hombre de Chivilcoy llega a un 10 por ciento de los votos. Cristina Fernández armó otra idea como herramienta electoral y tampoco sube en las encuestas el bueno de Florencio. Entonces ya uno lo da por derrotado y su camino al 2019 queda trunco. ¿Randazzo se inmola por el bien del país, de Massa?
Nadie va a la derrota segura en forma gratuita. El poder le pide un favor que luego será pago. Los medios también colaboran en la estrategia de impedir el triunfo de alguien que no gobierna. El enemigo a vencer es Cristina. La pobreza invade como nunca los hogares argentinos, la deuda llega a los 100 años ¿Y el enemigo es Cristina? Raro, muy raro.
Estos últimos días los medios ocultaron el análisis del bono del siglo para ampliar en cuanta pantalla el caso de Jorge Castillo y la Salada. La ética y la moral se desparramaron durante todo el día y en cadena para juzgar y condenar a un empresario de origen radical que desde 1991 maneja el trucho negocio. Después de 26 años se acuerdan qué significa La Salada. Se olvidan que fue usada por todo el arco político y una decena de empresarios que se enriquecieron gracias a la pobreza.
La memoria sirvió para tapar la entrega total del país a través de la deuda. Y el alineamiento de los medios dio vergüenza ajena .Pero para que esto siga su camino rumbo a octubre, hace falta que cuanto personaje famoso hable del tema. Los figurones de siempre, de todos los ámbitos sacan su cara por las pantallas para criticar a Castillo y atarlo a los K, a pesar de que este buen hombre iba a las PASO dentro de Cambiemos.
Arturo Jauretche opinó sobre los figurones: “Se trata de un circulo vicioso: el aparato de la colonización pedagógica elabora el personaje a través de un proceso en el que este va haciendo carrera en el profesorado, periodismo, ciencias, letras, política, etc. Esta carrera es llevada a nivel de la opinión pública por la gran prensa que le va anotando los elementos de prestigio a través de una gran publicidad. Que el individuo tenga méritos y calidades para la técnica en que se dice especializado, no es imprescindible. Si verdaderamente vale, mucho mejor. Pero si no hay uno capaz para el objetivo, el personaje se construye con cualquier farabute, porque lo que importa no es su técnica sino su servicio, y su servicio consiste en utilizar el prestigio que se le da para prestigiar lo que el aparato de la colonización sostiene, y aún mas, para prestigiar el propio aparato”.
Y estos figurones que habla Jauretche son utilizados por Cambiemos. Claro que en principio apuntaban alto y ahora se conforman con fabricar rápidamente figuritas para conformar a la sociedad. Los servicios de inteligencia siempre están prestos para pasar información a los nuevos opinadores o panelistas con derecho a opinión “sabia, esclarecida y certificada” por el sistema.
El gobierno comenzó utilizando figuras de la talla de Mirta Legrand, Jorge Lanata, científicos o artistas. Con el paso del tiempo se fabricó a los Vilouta, Santiago del Moro, Johnatan Viale, Diego Leuco y demás figuritas que operan sobre la opinión publicada con afirmaciones sin información e información sin chequeo que luego resulta falaz. Lo dicho por Jauretche se certifica cuando el poder premia con un Martin Fierro a periodistas sin talento, sin historia pero con vocación de servicio para servir a Magnetto.
Pero son todos soldados de la causa. Todos hablan de La Salada, de la herencia de Florencia, de la muerte del kirchnerismo, de la ética peronista, pero se olvidan de la entrega nunca antes vista de parte de un gobierno votado por el pueblo. La deuda escalofriante pasa a un segundo plano, los papeles de Panamá se olvidaron, se acusa de probable lavado a Castillo y a Cristina pero del lavado probado del presidente se hacen oídos sordos.
Se habla de Báez pero no de Caputo, se niegan los desaparecidos y la inseguridad pero se habla de las causas de Cristina, la pobreza si se habla es porque la inventó el peronismo, la desocupación es por los bolsos de López y el verdadero peronismo es Abal Medina o Randazzo.
La solución para el pobre habitante argentino es votar en contra de quien lleva adelante políticas de retraso económico y de represión social. En el mientras tanto, apagar la caja boba, pues sólo agrega stress a la confusión general. Importante es la lectura en aquellos escritores más creíbles que talentosos y confiar en el político con experiencia, propuesta colectiva y experimentada y que en su mensaje no se note el odio, el resentimiento y la tontería ilustrada.