SAN ISIDRO ENFRENTA UNA GRAVÍSIMA CRISIS DE SEGURIDAD
La falta de acción, de planificación y la manipulación de estadísticas están poniendo en peligro la vida de los vecinos.
Acción Vecinal San Isidro es Distinto siente la necesidad de alzar su voz en representación de los vecinos que enfrentan diariamente los efectos de la inseguridad. La ausencia de un plan de seguridad claro y coherente es alarmante. Este es un área que requiere un enfoque integral, consistente y sostenido a lo largo del tiempo, y la falta de una estrategia concreta está poniendo en riesgo la seguridad de nuestra comunidad. Las políticas actuales se han convertido en relatos vacíos que desvirtúan los avances logrados en años anteriores, los cuales trajeron resultados concretos para la tranquilidad de los sanisidrenses.
San Isidro siempre se destacó por su enfoque preventivo en seguridad, integrando tecnología, recursos humanos capacitados y una red de comunicación efectiva. Fue pionero al implementar el primer patrullaje municipal armado del país y al establecer un centro de monitoreo que hoy sigue siendo un modelo para otros municipios. Además, desarrolló un sistema de patrullaje con móviles municipales, con agentes locales y policías de la Provincia de Buenos Aires, cuyo servicio era financiado íntegramente por el municipio mediante el sistema de horas POLAD (horas de policía adicional), lo que permitió mantener bajos los índices de delitos. Gracias a un modelo de planificación constante y a largo plazo, San Isidro se destacó como uno de los pocos municipios que, durante una década, no registró homicidios en ocasión de robo.
Sin embargo, desde 2024, los casos de muertes durante asaltos se han multiplicado, y las nuevas prácticas delictivas, como la tortura, son una señal alarmante de un quiebre en la seguridad de nuestra comunidad. Lo que antes fue un sistema robusto y confiable, que, si bien no era perfecto, se esforzaba constantemente en su lucha contra el delito, hoy se ha transformado en un simple fraude comunicacional.
El esfuerzo colectivo ha sido desmantelado, reemplazado por cifras manipuladas y estadísticas vacías que intentan ocultar una realidad mucho más cruda. Las necesidades de los vecinos son ignoradas, mientras que los patrulleros, entregados como «nuevos» en actos oficiales, no cumplen con las funciones para las cuales fueron destinados.
Este debilitamiento de la seguridad es un claro indicio de lo que ocurre cuando delincuentes perciben que un distrito se vuelve vulnerable y accesible para cometer delitos. Lo que antes era un mecanismo eficaz para desalentar y desplazar la actividad delictiva hacia otras regiones, hoy se ha convertido en un factor que invita y atrae la criminalidad.
El “gran logro actual” ha sido, lamentablemente, abrir la puerta a miles de criminales provenientes de todo el conurbano, quienes ahora encuentran en San Isidro una tentación irresistible, un lugar fácil y accesible para delinquir.
Esta pérdida de estructura ha dejado a San Isidro expuesto a una creciente ola de actos delictivos, con consecuencias devastadoras para la seguridad pública. La caída en la efectividad del sistema se ve reflejada en el mal estado de las cámaras de vigilancia, muchas de las cuales no reciben mantenimiento, y en la falta de inversión en infraestructura clave, como la fibra óptica.
Las consecuencias del aumento de la inseguridad son alarmantes: en las últimas semanas, se han registrado casos de dos personas muertas en la calle, una de ellas presuntamente víctima de abuso sexual, así como tiroteos y ejecuciones en los asentamientos, seguramente por cotos por narcotráfico. Además, se han incrementado los robos de autos, arrebatos a plena luz del día y asaltos violentos a domicilios, que han dejado a varios vecinos gravemente heridos. Esta situación ha generado un clima de temor y desesperanza en la comunidad.
La creciente inseguridad está provocando una pérdida irreversible de lo que históricamente fue el sello distintivo de San Isidro: su calidad de vida.
Ante la falta de respuestas por parte del municipio, los vecinos, desesperados, recurren a los medios de comunicación para dar a conocer su angustia, aunque pocas veces logran ser escuchados. La sensación de abandono, impunidad y desprotección crece cada día, y muchos sienten que están atrapados en una espiral de inseguridad sin solución. Como expresan algunos de ellos: «Es una locura, no puede haber tanta impunidad«.
Desde Acción Vecinal San Isidro es Distinto, nos ponemos a disposición del municipio para recuperar el terreno perdido y avanzar así en la mejora continua de la seguridad y el bienestar de nuestra comunidad.
Entendemos que la clave para garantizar la seguridad radica en escuchar a los vecinos y a sus instituciones, conocer el territorio y, sobre todo, comprometerse con políticas públicas concretas, realizar inversiones reales y, lo más importante, con un compromiso genuino de proteger a todos los sanisidrenses.
Todavía estamos a tiempo. Nuestra comunidad tiene el derecho inalienable de sentirse segura y tranquila, tanto en sus hogares como en cada rincón de nuestra querida ciudad.