Municipios

Rumbo al 27 de octubre, Molina confía en aumentar el caudal de votos

Por Laura Benítez.

A días de las elecciones del 27 de octubre, el intendente de Quilmes, Martiniano Molina dedicó unos minutos a dialogar con Comunas en su oficina del Municipio. Optimista y con el cuerpo en la campaña confía en revertir el resultado de las PASO, como ya lo hiciera en el 2015 y 2017.

Varios armadores y dirigentes afirman que la estrategia de Juntos por el Cambio, de cara a las elecciones de octubre, luego del resultado adverso de las PASO para la Nación, la Provincia y varios distritos en los que son gestión, es municipalizar y territorializar la campaña -incluso en los distritos en los que en relación al candidato más votado de la oposición, el oficialismo ganó por poco margen-.

“Sacarse el peso de Macri” para enfrentar el último tramo proselitista y cosechar votos que les permitan conservar sus territorios es una de las apuestas como, también, empapelar las ciudades con afiches en colores diferentes a los partidarios y frases que contraponen pasado-presente. Otros, niegan militar el corte de boleta pero advierten que hablarán solo de temas locales o distritales. Lo cierto es que la estrategia de campaña cambió para propios y extraños, luego del resultado contundente de las PASO.

Consultado por todo este esquema de elucubraciones y certezas, Molina recordó que como espacio tienen la experiencia de haber revertido en las elecciones generales, los resultados adversos de las PASO del 2015 y 2017.

“Generalmente, de las PASO a las elecciones de octubre hay un crecimiento en caudal de votos para nuestro espacio”, indicó.

Durante las PASO 2015, en ese entonces Cambiemos, cosechó 86 mil votos y en las generales, poco mas de 146 mil, cifra que le sirvió a Molina para llegar a la intendencia quilmeña y desplazar al otrora jefe comunal kirchnerista, Francisco “Barba” Gutiérrez –luego de dos mandatos consecutivos-. En tanto, en las elecciones legislativas del 2017, la boleta local del espacio obtuvo poco más de 117 mil y en las generales logró posicionarse sobre la oposición con 144 mil votos.

Como resultado de las Primarias del 11 de agosto, Juntos por el Cambio en Quilmes cosechó alrededor de 113 mil votos, pero la sumatoria de las seis listas del Frente de Todos cosecharon cerca de 185 mil. Empero, en relación a la candidata más votada del espacio opositor –que obtuvo 101 mil votos-, el Jefe comunal logró imponerse con 113 mil –una diferencia a favor de 12 mil votos-.

“Durante las elecciones anteriores, revertimos el resultado de las PASO y durante la campaña hasta llegar a octubre, vino Mauricio Macri, María Eugenia Vidal, no los negamos. La gente sola tomó la decisión que tomó. En Quilmes hubo corte, no lo trabajamos y ahora es lo mismo. Yo soy parte de un espacio y estoy agradecido de todo lo que hicimos con el Gobierno nacional y provincial”, destacó para aclarar el tipo de campaña que lleva adelante la gestión quilmeña.

“Represento al Gobierno de Quilmes y estoy en un espacio político, la gente lo sabe”, continuó.

“La boleta tiene cinco cuerpos y yo trabajo para los cinco cuerpos de este espacio, pero cuando uno va al cuarto oscuro hace lo que quiere”, disparó.

“Los votos se cuentan de a uno”, repiten referentes de los diversos espacios para no mostrarse triunfalistas, pero sí cautelosos. Es que los sondeos previos a las PASO dejaron sin certeza a los candidatos más que el termómetro de la calle.

En tanto, sobre la territorialización y de “ponerle el cuerpo a la campaña”, Molina confió que “hablar de Quilmes, recorrerla y hablar con los vecinos es parte de la tarea desde el día uno de la gestión. Los vecinos son los destinatarios de todo lo que hacemos, de la gestión”, sostuvo.

Asimismo, destacó: “Estamos orgullosos de todo lo que hemos hecho. Hemos dado respuesta a demandas históricas, pero, también, sabemos que falta un montón”.

“Nuestra propuesta es seguir laburando y haciendo cosas por Quilmes en lo concreto, sin promesas”.

Molina juega la continuidad de su gestión y sabe que no es tarea fácil. La coyuntura nacional es compleja; es dudoso el arrastre nacional y provincial que los Intendentes de Juntos por el Cambio puedan obtener -conforme a los resultados de las PASO-; el eventual acompañamiento que le prodiguen o no -las listas que compitieron en la interna del Frente de todos- a la ganadora de la Primaria, Mayra Mendoza-, es un factor a tener en cuenta como así, también, el corte de boleta, el intento de hacer del voto en blanco, un voto a favor, profundizar la fiscalización y aumentar la participación del electorado durante los comicios que definen el rumbo por los próximos cuatro años.

“Está claro quiénes somos nosotros y quiénes son ellos”, disparó. Y continuó: “Quilmes tuvo muchos gobiernos y gestiones y somos muy pocos los que, luego de cuatro años, podemos caminar por la calle”, analizó Molina haciéndose eco de la concepción de la calle como termómetro de la gestión.

“Estamos hablando con todos los vecinos y les explicamos todo lo que hemos hecho, el riesgo de volver atrás y la importancia de votar el 27 de octubre, en términos cívicos. Cosechamos un apoyo muy importante día a día. Estoy convencido de que vamos a crecer un montón”, sostuvo.

“La elección de agosto fue un sacudón y, en general, los vecinos me dicen que no quieren volver atrás, que quieren seguir con esta línea de trabajo”, contó. Y disparó: “Encima, vemos amontonada a la oposición. Aquellos que ya tuvieron la oportunidad de hacer y no hicieron, que nos hablaron de inclusión y Justicia Social pero no trabajaron para lograrla. Bueno, ahora están todos juntos, incluso, vemos a alguien que fue parte de esta gestión y de este espacio, hoy diputado provincial pero candidato a Intendente por el espacio de Lavagna, reunido con la candidata del Frente de Todos. Eso es la vieja política”, definió.

Molina se refirió al entonces funcionario municipal, Fernando Pérez, hoy diputado provincial por Cambiemos, candidato a intendente por Consenso Federal, que compartió una actividad en la UNQUI con Mayra Mendoza –candidata del Frente de Todos-.

 “Somos un Gobierno municipal que tiene una lógica y coherencia: llegamos para resolver los problemas de los quilmeños y no a hacernos la América. La llegada de esta lógica se ve en las calles del distrito, en las 300 obras que, en estos casi cuatro años, pudimos llevar adelante, intentando transformar el distrito. Soy claro, coherente, se como trabajo y la línea que quiero mantener, siempre pensando en todos los quilmeños. Y cuando digo en todos, es todos”.

“Sabemos que falta mucho, pero también sabemos que hicimos mucho y por eso necesitamos cuatro años más para seguir haciendo”, sostuvo.

“Cuando llegamos a la gestión no prometimos nada, hicimos y eso se ve en los barrios. Reparamos 200 escuelas; hicimos seis jardines municipales; construimos 29 centros de salud; reparamos avenidas; hicimos el bajo vías de Bernal y Ezpeleta; el Metrobus por Avenida Calchaquí; asfaltos; trabajamos en la conectividad de la ciudad, en su embellecimiento, en la recuperación del espacio público con tres parques municipales en distintos puntos del distrito, 40 plazas nuevas. Hoy cien mil personas tienen agua y cloacas. El Centro de Monitoreo es modelo con el funcionamiento conjunto del SAME, Defensa Civil, la Policía local, los Bomberos. Hicimos un montón, sabemos que falta y por eso necesitamos más tiempo para continuar haciendo”.

 

-¿Te imaginás siendo gestión con un gobierno nacional y provincial de otro signo político? –pregunté-.

-¿por qué no? –disparó, cómodo-. No pienso en ese escenario, soy de proyectarme poco. Hay chances de ganar, es difícil pero hay chances –sostuvo con cautela-. Quizás, no sea sencillo, pero nosotros, como espacio, hemos demostrado que se puede ser de un espacio político distinto y recibir obras, gestionar sin ninguneos y que te atiendan el teléfono. Tengo amigos Intendentes y conocidos de otros espacios políticos que fueron testigos de esa forma de trabajar y, espero que esa lógica haya llegado para quedarse –continuó y pensó, como quien procesa un escenario posible-. Si nos toca gobernar sin tener coincidencia de espacio político en lo nacional y provincial yo voy a defender a los quilmeños –insistió-. Los quilmeños están como prioridad desde que llegamos a la gestión, siempre fue así.

-¿Y si te toca perder? –continué-

-Si me toca perder voy a seguir trabajando- disparó con determinación-. No vine a probar, a ver de qué se trataba todo esto. Estar al frente de un municipio es una forma de vida, tiene que ver con el bien público y con la vocación de resolver problemas históricos de Quilmes. A mí nadie me contó de dónde venimos, lo viví porque soy vecino. Ahora, como gestión decidimos hacer mucho para transformar esa herencia y eso el vecino, también, lo reconoce.

Existe un reclamo básico que sobrevuela toda propuesta y enumeración de obras: la crisis económica y su impacto en el cotidiano de los vecinos.

“El mensaje de las urnas fue claro, hay un descontento de los Ciudadanos con el Gobierno, con este espacio. Hay cuestiones que no supimos resolver o mirar, cuestiones que tienen que ver con la macroeconomía, que están lejos de las gestiones locales”, disparó a modo de lectura de las PASO pero, también, como forma de aclarar alcances y limitaciones de los gobiernos municipales en decisiones macro.

“Lo económico está en el reclamo y en el enojo del vecino, obvio. Pero ellos reconocen que hay una gestión local que les ha resuelto un montón de temas, que hace años no se atendían”, sostuvo sobre el impacto de la crisis y el reclamo del vecino en materia económica. –Ver: Un paquete de medidas económicas-.

 

“A los que dicen que el asfalto no se come, les digo: más vale que no se come”, apuntó combativo. “No subestimen, ni intenten poner frases cortas para traccionar votos y contraponer el hambre, una situación lamentable y triste, con el desarrollo de diversas obras. Sabemos que el asfalto no se come pero esas obras dan trabajo y mejor calidad de vida al vecino. Sabemos que el hambre existe, no miramos para otro lado. Entendemos que hay necesidades y dificultades muy serias y estamos trabajando todos los días para atenderlas”.

En esa línea, el jefe comunal destacó la importancia de la Ordenanza municipal -13249/19-que declara la Emergencia Alimentaria en el distrito por el plazo de cien días, a contar desde el 1º de septiembre hasta el 9 de diciembre de este año, inclusive.

La sanción permite al Ejecutivo, según lo dispuesto por el artículo 156 inciso 10 de la Ley Orgánica de las Municipalidades, destinar partidas presupuestarias distritales para la compra directa (sin proceso de licitación) de alimentos para reforzar o fortalecer la asistencia a los sectores más vulnerables de la población.

“Vamos a cumplir estrictamente con lo dispuesto por la Ordenanza, poniendo a disposición todos los recursos necesarios para evitar las especulaciones políticas y clientelares en la distribución de la asistencia de alimentos. El hambre no puede esperar, no miramos para otro lado, hacemos”, subrayó Molina.

 

Un paquete de medidas económicas

“Todo lo que pudimos hacer desde el Municipio para aliviar el bolsillo de los vecinos, lo hicimos”, destacó y enumeró: “Dispusimos una prórroga hasta el 31 de octubre del beneficio de la exención del pago de la tasa Servicios Urbanos Municipales para jubilados y pensionados; y el plan de facilidades de pago para quienes mantengan deudas, en concepto de tributos municipales, estará vigente por dos meses (septiembre y octubre), con el 100 % de descuento de intereses por mora para aquellos contribuyentes que opten por la modalidad de pago contado”.

“Además, el Ejecutivo presentó en el Concejo Deliberante un proyecto de Ordenanza que contempla beneficios tributarios para pequeños comerciantes”, explicó Molina. La Ordenanza establece la exención del pago de la Tasa por Inspección de Seguridad e Higiene, desde agosto hasta octubre de este año, a los comerciantes que tributen como pequeños contribuyentes dentro del denominado Monotributo Municipal. “Esta medida busca alivianar la carga tributaria de los pequeños comerciantes de Quilmes, favoreciendo el fomento al comercio local de pequeña escala y la generación de empleo”, sostuvo Molina al tiempo que remarcó que “estas medidas se sumaron al anuncio que hicimos días atrás sobre el pago de un bono de 5 mil pesos para todos los empleados municipales, una suma no remunerativa que se percibió en septiembre”. “Ratificamos el compromiso de esta gestión para acompañar a los vecinos, a los trabajadores municipales y a los emprendedores de Quilmes. Estamos junto a todos ellos», sostuvo el jefe comunal.

 

Temporal e inundaciones

Hace algunos días, el temporal y la falta de obras hidráulicas sacudieron a varios distritos del Conurbano. Hubo evacuados, comités de emergencia, como así, también, certeza de que las obras son imperativas para contener las inclemencias de un clima cada vez más hostil y revertir el atraso de años. El financiamiento es costoso.

“Quilmes tiene una necesidad de obras de infraestructura muy grande, sobre todo en la zona del oeste, la zona de la cuenca del Arroyo San Francisco-Las Piedras”, explicó el Intendente. “Nosotros recibimos agua de ocho Municipios del Oeste que bajan por esos Arroyos, se unen con el Santo Domingo y salen al Río de la Plata. Necesitamos obras de infraestructura”, sostuvo.

“Hay un caudal de agua que no llega a drenar, sobre todo por el caudal de lluvias como éstas que fueron de 200 milímetros en dos días. Ese caudal de agua viene al distrito, no llega a salir al Río y, por lo tanto, inunda partes aledañas a la cuenca”, continuó Molina sobre el trayecto del agua durante los días de abundante caída. Asimismo, aclaró que al momento de la realización de la nota, no se registraban evacuados.

-¿Qué hicimos?- se preguntó como pie para aclarar la situación-. Cuando llegamos a la gestión comenzamos con el saneamiento y limpieza diaria de los arroyos -con cooperativas de la Provincia-. Sacamos 600 toneladas de basura promedio, por semana, de los arroyos para evitar que se hagan tapones que impidan que el agua continúe su curso. De todas maneras se necesitan grandes obras –remarcó-.También, conformamos el Comité de la cuenca hídrica del Arroyo San Francisco-Las Piedras junto con el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi; Mariano Cascallares de Almirante Brown y Andrés Watson de Florencio Varela. Les pedí presidir el Comité para buscar con celeridad y mucha dedicación el financiamiento para hacer las obras hídricas necesarias –explicó-.

-¿Qué obras se necesitan? –pregunté-. ¿Cuál es el nivel de financiamiento que se necesita?

-Se necesitan aliviadores muy grandes, canales para que el agua salga más rápido y reparadores aguas arriba, para que el agua en vez de venir en tropel sea contenida y encauce despacio para que baje de a poco. Se necesita, también, contención de hormigón para los arroyos, plantas de bombeo, asfaltos y entubamientos -enumeró-. Se necesitan obras en 16 kilómetros de arroyo –insistió-.

En cuanto al financiamiento, como Presidente del Comité, Molina sostuvo que avanzó en un compromiso del Banco Mundial para financiar las obras necesarias en materia hidraúlica. “Hablamos de entre 500 y mil millones de dólares, es mucho dinero, pero son obras de envergadura”. Y adelantó que si las mesas de trabajo técnicas, proyectos y trabajo del Comité continúan con la dinámica que vienen manteniendo “en 2020 podrían empezar las obras, conforme al pre-acuerdo con el Banco Mundial, para que la gente no se inunde más”.

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