Trabajadores pobres, jubilados humillados y una casta gobernante que se alegra por el malestar general, esta podría ser la síntesis de la actual Argentina. En el 2015 las Naciones Unidas, hizo saber que en los próximos 40 años solo un tercio de la población mundial tendría empleo. Para esos tiempos, Cristina Lagarde del FMI anunciaba que un jubilado debía cobrar100 dólares.
En este siglo los gobernantes tuvieron un estilo parejo. Escasa inflación, empleo con salarios bajos y quita de derechos. La excepción a la regla fueron Evo, Néstor, Lula y Correa que mientras pudieron sostener sus cargos la vida se hizo fácil. Fallaron en la construcción política, pero al menos hubo vacaciones de liberalismo.
Entonces vemos que si el poder pretende trabajadores pobres, jubilados humillados, alimentos y remedios caros y escasez en derechos quiere decir que el nuevo orden mundial se impuso y esto es un planeta para pocos.
Hoy Argentina pasa por su peor momento político. Claro que, salvo Brasil, y hasta por ahí, el resto de Sudamérica tampoco las tiene todas consigo. La diferencia que no tienen un presidente tan perverso, ignorante y tirano como el padre de Conan.
Hoy Milei se sostiene gracias al poder económico. Las encuestas lo mantienen con un cincuenta por ciento de imagen positiva y un 30 por ciento de intención de voto. Claro que son encuestas y muchas veces poco creíbles. Si marcó un antes y después en su contacto con el pueblo el discurso desde el congreso. El rating de los canales bajó terriblemente y consternó a un Milei que al otro día hizo el asadito para los héroes que pusieron de rodillas a los pasivos.
El presente es muy negativo, existe un futuro, pero esto no se debe basar en lo que se hizo en otros tiempos sino en como se recuperara la idea de Nación. Hoy somos una factoría de la OTAN. Las elecciones legislativas marcarán un norte, pero lamentablemente hay que esperar hasta el 27 para saber si el drama continua o accede un patriota al sillón de Rivadavia.
No todo está perdido, pero busquemos en nombres distintos, dejemos afuera a los que nos condujeron a este desastre. ¿Renovación, cambio, honestidad y valentía deben ser los conceptos de aquellos que debemos seguir para poner de pie a nuestro país, no le parece?
