
La historia comienza en una comunidad, que lejos de estar organizada se asemeja mucho a una pintoresca vecindad.
Varias veces amagó con juntar sus cosas e irse pero nuestro Chavo prefiere quedarse. Es que al Chavo Durán le gusta manejarse en la oscuridad, dentro de su barril. Poca luz y mucho troll.
Sin embargo, en algunas oportunidades sale a jugar con sus compañeritos de andanzas, la “chilin” Mariu y cachetes de marrana flaca. Marquitos.
Una llora y parece lograr que todo pase desapercibido. Si se inunda su casa no sale a escena un par de capítulos, inventan que tiene que irse. Si le dicen que ella compró su lugar en la vecindad con papeles truchos, una risa, un parpadeo y sanseacabó.
Quiquin Marcos está siempre bien vestido, y en reiteradas oportunidades les dice al resto del pueblo que vive en la vecindad “miren lo que tengo y no les doy”.
Pero hay un personaje con el que el Chavo Durán no concuerda, es amiga pero siempre hay problemas cuando quieren quedarse con la torta (de jamón). La ñoña Lila no deja ni las migas, es avara y se cree quien no es.
Habría que hacer un punto para decir que en esta historia, a diferencia de la creada por Chespirito no hay buenos, pero si malos. Todo el reparto se podría afirmar.
Reanudo contando que en este tragicómico sketch, hay otra niña que de vez en cuando aparece. Se trata de la popis Laurita, su latiguillo principal es pedir que acusen a alguien que como diría quico “no le simpatiza”.
Ahora, usted vió alguna vez que la popis denunciara algo con pruebas, que se resuelva algo de lo que denunció, que haya culpabilidad verdadera… No hay dudas es la popis Laurita.
Con el paso del tiempo los personajes fueron variando, esporádicamente aparecieron la Rambo Patricia, la Piquetera Carolina, y el comisario Gerardo que asigna presos sin pruebas.
Hubo un problema en el casting. Dos personas querían interpretar a un profesor, pero a ninguno le daba la talla.
“Como diría Discépolo lo mismo un burro que un gran profesor” dijeron ellos, y entonces los probaron para el papel.
En primer medida ese rol quería asumirlo Carlos, sobretodo cuando leyó el guión de ese capítulo en el que el profesor hace de un fiscal corrupto y en un cuaderno anota lo que quiere.
Sin embargo, el perfil del intérprete debía ser un hombre alto. Eso prevaleció más que elegir un tipo apto para llevar las riendas de un educador. Por eso el profe longaniza fue Estaban (primo lejano de la rambo Patricia).
Para no marearlos de golpe con tantos personajes, voy a mencionar a los que hacen de adultos. Son fácil de reconocer porque van seguido a almorzar a lo de la vieja del 91.
Solía ir Franco el Cartero. El Señor Barriga Jorge dejó de ir porque no le permitían fumar en la mesa.
Asiste con asiduidad Don Ramón Mauri, quien llamativamente no es el protagonista de la historia, sino quien debe 39 meses de renta en su casa pintada de rosado. Desde diciembre del 2015 debe, y no sólo renta sino que anduvo en malas juntas… pasaron cosas y ahora la deuda es millonaria y por un centenar de años.
La que ve desde afuera lo que pasa en la mesa es Doña Florinda medio pelo, ella sí es la protagonista de la historia. Le dice chusma al resto, pero vive en esa vecindad. Es parte de la chusma pero tiene que recordar algún familiar ya fallecido para decir que es distinta al resto. Que su marido fue marinero, murió dejando todo por la patria y por eso viste así a su hijo. Que es hija o nieta de nosequien y le da valores a su hijo que no le dan los otros padres.
Vive en una casa con los mismos metros cuadrados que su vecino de al lado, manda al nene al mismo colegio, vemos a la medio pelo peinada con ruleros y dice que la peina Antoine de París.
En esta historia hay más personajes, no crean que me olvide de mencionar a los que hacen que el engranaje ruede… Los representantes trabajadores, los equipos de técnicos, los libretistas que dicen mucho y hacen poco.
Pero para saber más de ellos los invito a seguir escuchando Comunas AM, de lunes a viernes a la misma hora y por esta misma radio.