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Petro por una segunda oportunidad para Colombia.

Por  Margarita Pécora –

Inaugurando un  estilo que dio un giro al esquema convencional de los actos de investidura presidencial, Gustavo Petro  no solo recibió  con honores la espada libertaria de Simón  Bolívar,  sino que  comenzó su discurso dirigido  a  55 millones de colombianos, mencionando en primer término a los “nadies”,  hombres y mujeres marginados,  personificados en el pescador,  el campesino cafetero,  o la vendedora ambulante. A ellos y al pueblo colombiano,  Petro  les abrió  las puertas de su  mandato presidencial   dialoguista  para estos cuatro años, buscando  una segunda oportunidad,  misión en la que  lo acompaña Francia Márquez, investida  en ese acto, como vicepresidenta de Colombia.

Y obvio que las  plumas  envenenadas  del  periodismo, ya estarán tildando  de  populista, el discurso  de Petro, pero nada tuvo más olor y sabor a pueblo que  esa primera alocución del   ex guerrillero y político que   a estas alturas  debe estar rompiendo   el récord del 70 % de imagen favorable  con el que atravesó las urnas,  arropado por la gente común, a la que, como viene haciéndolo hace años, les habló de vivir en paz pero desde una perspectiva que  resumió en  diez  ejes – léase  desafíos poderosos- para cambiar el rumbo  de la nación  conocida en el mundo no precisamente por  su belleza selvática ni la calidez de sus habitantes,  sino  por las  guerras que  ya han cobrado las vidas de 800 mil personas en los últimos años y parece no cesar con las masacres de líderes sociales.

Diez ejes que  representan cada uno, desafíos poderosos para un presidente, fogueado en la lucha guerrillera y en las conversaciones por la paz. De ahí que justo sea éste el primer  objetivo que se traza, de buscar la paz apelando al diálogo sin descanso, y cumpliendo  el acuerdo de paz y a seguir las recomendaciones de la comisión de la Verdad.  «La paz es el sentido de mi vida-consignó Petro, es la esperanza  de Colombia, no podemos fallarle a la sociedad colombiana. Los muertos se lo merecen,  los vivos la necesitan. La vida debe ser la base de la paz, una vida justa y segura.”

El principio de igualdad y solidaridad del proyecto de gobierno de Petro, se evidencia en la prioridad que promete  dar al cuidado de abuelos /as,  de los niños y niñas, personas con discapacidad, “para que nadie se quede atrás” y lo articuló a la ejecución de una política sensible al sufrimiento y al dolor ajeno.

Fuertemente ovacionado resultó su alusión al propósito de gobernar por y para las mujeres de Colombia., que  coincidentemente  con su gobierno, inaugura un  Ministerio de la Igualdad. Con Francia Márquez   buscarán igualdad  y seguridad real para que las colombianas puedan caminar  tranquilas sin temor por sus vidas.

«Diálogo con todos y todas, para hacer un gobierno de puertas abiertas sobre los problemas de Colombia, venga de donde venga, lo importante no s de donde venimos, sino adónde vamos”-  consignó Petro.

“Vamos a construir un gran acuerdo nacional para  fijar la hoja de ruta de la Colombia de los próximos años. El dialogo será mi método, los acuerdos  mi objetivo.”

“No quedaré atrapado entre las cortinas de la burocracia-  graficó  el mandatario al esbozar  el quinto punto de su gobierno, dirigido a gobernar escuchando, diseñando mecanismos para que todos se sientan escuchados.”-dijo-.desafío que encierra cada una de las metas que se trazó Gustavo Petro para  su ejercicio presidencial  estos 4 años  en Colombia, buscando que  los 55 millones de  ciudadanos de ese país,  empiecen a vivir una etapa  que conocemos hoy  de masacres de líderes, y de paz  constantemente amenazada.

Defender a los colombianos/as de las violencias y trabajar para que  las familias se sientan  seguridad y tranquilas,  fue el sexto objetivo  esbozado por Petro que lo articuló al diseño de estrategias  integral de  seguridad humana, que vaya desde los programas de prevención, la redención social, a cavar con el hambre , hasta la persecución de las estructuras criminales. –  “la seguridad  se mide en vidas, no en muertos  -afirmó el nuevo Jefe de Estado colombiano.

La lucha contra la corrupción con manos firmes y sin miramientos,   figuró como  otro de los propósitos del  gobierno  de Petro,  “vamos a recuperar lo que se robaron-dijo- vigilar para que no se vuelva a hacer y transformar el sistema para desincentivar este tipo de prácticas (corruptas), nadie queda excluido del peso de la ley contra la corrupción.

“Desde hoy no se perseguirá a la oposición política, ni a la prensa libre, ni al poder judicial, ni al que piensa diferente, el principal objetivo de los cuerpos de la inteligencia del estado, es ubicar y combatir la corrupción- señaló rotundo-.

No dejó afuera la decisión de proteger mares, ríos, aire y  cielo colombiano. Y advirtió que no va a permitir que la avaricia de unos pocos  ponga el riesgo la  biodiversidad colombiana que es un orgullo y propuso  impulsar la  forestación y el desarrollo de las energías limpias y renovables.

Desarrollar la industria nacional, la economía popular y el campo colombiano  se sumaron  a la meta de priorizar  a microempresarios, pequeño y mediano, invitando a producir, trabajar y ser conscientes de que solo serán una sociedad rica si se trabaja. “vamos a desarrollar la sociedad del conocimiento y la tecnología y cumpliré y haré cumplir  nuestra  Constitución”- apuntó-.

Por último,  conmovido notablemente, cerró  parafraseando  a una niña de las Sierras de Santa Marta, sobre la armonía y la unidad de los pueblos,  lo que dio pie a Gustavo Petro  a relacionar el objetivo  de  la unidad  entre todos y todas  a Colombia, “unidad y consensos  es nuestra responsabilidad. «Esta segunda  oportunidad es para la niña huaca y para todos los niños/niñas de Colombia.

 

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