Por Gabriel Princip.
Evita solía decir que cuando un compañero habla mal de otro públicamente, es que se está pasando a la oligarquía. Sabido es que esta máxima de Evita hace décadas que no se cumple. El comentario viene a cuenta cuando un compañero le dice a otro, “vos no sos peronista, sos K, sos zurdo, ni sabés las veinte verdades ni la doctrina”, etc.
Luego del período K muchos adeptos se dicen “kirchnerista sí, peronista jamás” y otros exactamente al revés. La pregunta es, ¿Quién tiene razón y por qué? Los K surgieron del peronismo mediante una agrupación, llegaron al gobierno y cumplieron con las máximas peronistas. Y aunque en forma cuantitativa tuvieron mayor duración que los gobiernos del general Perón y supieron ampliar derechos, no establecieron ni doctrina ni filosofía propia. Como le decía Néstor a Cristina, “cuando te dicen kirchnerista es que te bajan el precio”.
También la diferencia existe entre el peronista y aquel que responde al partido justicialista. Y debemos entender que en el partido abrevan aquellos que surgieron del peronismo y otros no, como son los casos de Eduardo Duhalde, Daniel Scioli y Sergio Massa, entre otros. Finalmente el partido justicialista es una herramienta electoral que sabe usar el movimiento peronista. Y esta herramienta se suma a la que usó Perón con el partido laborista, Duhalde con Unión Popular, Cámpora con el FREJULI, Cafiero con el Frejudepa o Cristina con Unión Ciudadana.
Juan Domingo Perón en “La Comunidad Organizada” escribió: “La fusión peronismo- justicialismo es una operativa deliberadamente ambigua. No son lo mismo. El peronismo es un movimiento político coyuntural surgido de una crisis de representación del estado liberal-conservador. El partido peronista creado seis años después de la revolución del 43´, responde a la lógica de la acción burocrática con miras a la conservación del poder. Dentro de estas estrategias, se fue generando la idea de crear un marco teórico ideológico. Este marco teórico es el llamado “justicialismo”. El peronismo- en tanto movimiento histórico y posterior partido político-es una capa exterior significante. El justicialismo, en cambio, es un significado que arraiga en una filosofía cuyo motivo es el modo de organizar a la sociedad sin caer en el individualismo capitalista o en el colectivismo soviético. Pero tampoco ha de entenderse al justicialismo como un arquetipo inmutable”.
Todo movimiento colectivo que trata de introducir modificaciones de fondo en la estructura social debe tener una sólida justificación filosófica. Sirva como ejemplo la ilustración francesa, en tanto que fundamentó la revolución de 1789, y la filosofía marxista, como ideología de la revolución rusa de 1917.
El movimiento justicialista, profundamente humanista y popular, afirma que todos los hombres son armonía de materia y espíritu, de individualidad y comunidad, por consiguiente son todos iguales, no hay clases privilegiadas, existe una sola clase, la de los hombres que trabajan. En cuanto al estado, sostiene el carácter verdaderamente democrático del mismo, que defiende la función social de la propiedad, premisa indispensable para lograr la justicia social.
Entonces, para sintetizar quien es peronista, quien no es y quien es un advenedizo que se aprovecha del romanticismo que genera este movimiento. El dirigente que llega al poder por el peronismo es aquel que cumple finalmente con las tres banderas peronistas y que entiende que la verdadera democracia es aquella que sirve al bienestar del pueblo, como reza una máxima decretada por el general Perón. Entonces después de Perón entran en esta idea Néstor y Cristina. El caso Menem es diferente, ya que llegó con el folclore peronista y gobernó con una idea liberal.
En el caso del militante de base, el peronista es el que copa la calle, que trabaja con un compañero a brazo partido, que evita las divisiones partidarias, que no es funcional a la derecha, que se brinda por el prójimo y que entiende que es el único movimiento en el planeta que conjuga política y religión, o sea, es humanista y cristiano. Explicado que es el peronismo, compañeros entendamos que el enemigo es el conservador, el gorila, por más estatua que haya pagado.