OpiniónPaís

PAREN LA PELOTA

Por Dany Wilde

La gente sufre. La gente se desespera. Aumentan los suicidios, la pobreza y el hambre. La alegría se exilió por tiempo indeterminado. Mientras tanto en algún lugar de ese país que se ubica al sur de Bolivia un presidente que recuerda al Olmedo de Costa Pobre sigue condenando a muerte a la felicidad que sus gobernado alguna vez alcanzaron.

En el mismo territorio y con diferentes miserias la oposición juega a la política. Diputados se esmeran en discursos para después firmar lo que un subnormal pretende. Senadores sonríen, cenan, y se reúnen cada tanto para ver como se aumentan el sueldo o salen a la puerta cuando hay una marcha creyéndose San Martín, Julio Cesar o Napoleón.

La militancia al igual que el ciudadano apela a marchas que sirven para la foto y la letra de un tango. Conan sigue gobernando y Caputo facturando. Todo pasa, nada queda y Máximo hace buena letra. En su afán por no perder sus privilegios que nunca se ganó, enfrenta a una parte del kirchnerismo y a todo el peronismo. A su lado radicales parlanchines y esos pibes que nos iban a liberar. Se enfrenta a Ferraresi, envía a su madre a plantarse delante de Espinoza y dividen el voto que uno espera que derrote a esta banda de forajidos.

Las miserias más presentes que nunca. Cuando Perón dijo primero la patria, segundo el movimiento y por último los hombres, el siglo 21 dijo vamos con los hombres y la patria que espere. Y seguirá esperando. El congreso votó la entrega total, cuando pudo no investigó la deuda y hoy trabaja por la boleta única, los fondos para la side o las paso, es decir, ningún tema que solucione la pobreza argentina. A su lado la CGT preocupada por y sus secretarios pueden seguir siendo elegidos. En una reunión el hijo del marino que bombardeo Mar del Plata en 1955, Guillermo Francos le dio el ok para que gobiernen sus gremios hasta que dejen de respirar, pero no me hagan un paro. Y la CGT y sus gordos son de palabra.

La unidad total es la solución. Claro que el ego de Máximo es más grande que el de su madre y el resto de los compañeros tampoco ceden a un dedo perdedor. Por esa razón, hay que pensar bien a quien se sigue, a quien se le da el voto, aunque la solución no pasa por una elección, ¿no le parece?

Mostrar más

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba