Otra vez sopa
Por Gabriel Princip.
Juntos por el cargo pueden ser nuevamente gobierno. Uno entonces se pregunta, ¿no aprendemos más? Nos olvidamos de la tragedia que propuso Macri. La candidata Malbec es seguidora de Macri y propone completar la obra del hijo de Franco pero más rápido. Larreta, hará lo mismo, pero con menos violencia.
Repasemos a Bullrich. Hija de oligarcas, montonera, asesina de policías, entregadora de compañeros, menemista, cavallista, aliancista, redujo la jubilación en un 14 por ciento, macrista a muerte y la vas a votar para que el país mejore. En serio, te olvidaste de Macri.
Ya no te acordás de la deuda de 100 años, de la alta inflación, de la vuelta al FMI, de la responsabilidad en el hundimiento del Ara San Juan. 44 muertos en manos británicas y no dijo nada, es más se le regaló oro a la reina. Le cobró los remedios a los jubilados, fugó 56 mil millones de dólares y lo confesó, cobró el dos por ciento del pedido de deuda o sea se llevó 1000 millones de verdes, prometió pobreza cero y la llevó al 40 por ciento, hizo de la grieta un hobby, se asoció a los narcos, no combatió la inseguridad, cerró el cenard, hizo una corte a su
medida y por decreto, o sea no sigo porque ya es aburrido y lo votas, en serio.
Ya sé Alberto fracasó, aumentó la inflación y el dólar, blanqueó la deuda que solicitó Macri, nada bueno para decir, pero no podes votar a Larreta ni a Bullrich. Tampoco te pido el voto para Massa pero terminemos con elegir el que creemos que es el menos malo.
El pelado dijo que la economía será como en abril del 91, o sea convertibilidad. La adicta al Malbec habló de trabajar con la plata de los argentinos, léase corralito y Massa mencionó pagar al fondo como Néstor. A Massa no le creo, a los otros sí. Pero yo no voy a votar a quien me anuncia que todo será para peor.
Este gobierno es indefendible pero no por ello avalaré aquellos que encontraron un gobierno funcionando dejado por Cristina y chocaron la calesita. Hay un solo responsable del malestar general, y es Mauricio Macri. No confiemos en los cómplices. No podemos equivocarnos siempre, ¿no le parece?
