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Nos dialogaron a palos

Por Matías Russo

Encendí la tele y vi que estaban reprimiendo en el Congreso. Policías sacaban a patadas en el orto a los docentes, como bien merecido lo tienen. Sentí por primera vez que cada peso de los impuestos que pago tiene valor. Por unos segundos, me sentí Baby Etchecopar.

En TN hablaban de “desalojo”, que la policía “impidió”, y que los responsables eran “gremialistas” y “sindicalistas”. Bien cagados a palos están esos vagos grasas que le ponen palos en la rueda a la república.

Empecé a prestar atención a las imágenes y vi que los patrulleros estaban a salvo, las paredes no habían sido pintadas, no había calles ni ruta cortadas, tampoco choripanes ni colectivos desbordando de negros peronchos. Casi con timidez, por lo bajo, anunciaban que le habían afanado el celular a un cana. ¿Se justifica tal paliza?

Hice memoria y recordé a Vidal, a Macri y al Ministro de Educación Bullrich que habían pedido otras alternativas de discusión a los gremios docentes, con los pibes en las escuelas. Y encima la noche del sábado, en el programa de Mirtha, la otra Bullrich, la de Seguridad, había pedido diálogo para resolver los problemas del país.

¿Entonces la banda de Baradel decidió no parar esta semana? Pará, pará, pará, ¿me estás diciendo que los chicos están en las aulas y los docentes decidieron armar una carpa blanca? Me estás volviendo loco. Osea que hay una ley y un decreto de paritaria nacional que el gobierno no respeta… ¿Pero no es el gobierno del diálogo, el consenso y la alegría? Sí, pero también es el de los gases lacrimógenos y las balas de goma, sobre todo cuando el reclamo es político, ¿viste? Pero la justicia ordenó que se llame a la paritaria…bueno esa te la debo.

No hubo “enfrentamiento”, no fue “desalojo”, ni “sacaron a Baradel”. Fue represión ordenada por el comandante en jefe de la revolución de la alegría que ya había hecho lo mismo en un hospital psiquiátrico, en una murga infantil, en un comedor donde una mujer perdió el embarazo por los golpes que le dio la policía y ahora les toca cobrar a los docentes.

Mañana te puede tocar a vos, y lo más penoso de todo es que te va a pasar con el aval de una parte de la sociedad envenenada con ese odio que le dan los medios de comunicación que aprueban este mensaje de no tener piedad, ni respetar los reclamos populares. El pedido de mano dura salió a la cancha en el 1A y fue legitimado por los medios de comunicación durante la semana: con encuestas, con la nota del cirujano que pudo llegar a tiempo a realizar una operación gracias a que Gendarmería le abrió paso en la Panamericana; con el eufemismo de “sindicalistas docentes” para lograr el consenso de reprimir a los maestros que luchan por un salario digno.

Para leer la realidad no necesitas que los medios te adoctrinen, ni que la cana te convenza a palos. Necesitas de sentido común, y entender que dialogándonos a las piñas no hay grieta que cierre con este gobierno de mierda.

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