Nazis
Por Simon Radowistky.
Los medios hegemónicos ven como presidente a Milei y, si no llega a serlo, ya consiguió lo que el poder anhela: más pobreza, más enojo y un peronismo a punto de desaparecer.
El oficialismo colaboró bastante para que el domingo la tristeza haya invadido gran parte de los hogares argentinos. Un presidente elegido, sin pasos y con un dedo que ya no funciona, hizo lo imposible para la decadencia argentina. Un candidato que no es el ideal y una alianza con hombres de la política que cobran salarios abundantes y se encierran en sus oficinas.
En la calle, en los medios, un aspirante a quedar en la historia como una mala imitación de Hitler con un discurso vacío, pero a los gritos conquistó las mentes de votantes también vacíos de contenido. Eduardo Duhalde supo decir alguna vez que no hay más mentiroso que un político en campaña. Hoy todos mienten. El que va a incendiar el banco central tampoco dice la verdad.
El problema es que nos propone como nuevo algo tan antiguo como el fascismo. Por ahora, es el retorno de los militares sin armas. Ya las tendrán. Los medios hegemónicos se olvidaron de la pauta de Larreta y siguen con este fanático de Thatcher. La Malbec sigue en segundo término y Massa completa el tridente. El peor gobierno de la historia que un peronista votó no acusa recibo de la situación, solo cambia pesos por dólares.
Los candidatos criticaron el domingo, pero desde sus casas. No mueven un dedo y el pueblo tiene que hacer el trabajo de ellos, y este es impedir la vuelta del nazismo. Milei miente, pero si sabemos que si el país está mal, en poco tiempo diremos que la colonia está peor. No existe un buen gobierno que ajuste, devalue y destruya. Y esa es la propuesta del ultraderechista. El marginal que lo votó seguirá siendo marginal, y el rico habrá aumentado su riqueza con esta licuación de pesos.
La clase media aportará su gente para que ocupe un puesto de barrendero o venderá empanadas en el andén del tren. Milei hará del 2001 un recuerdo fantástico y positivo. El votante de Milei es empleado público, monotributista o jubilado. Deben saber que ninguno de ellos progresará y cuando asuman los perros del candidato, comerán el mejor alimento. Quizás la hermana deje de acostarse con Javier y habrá un monumento para Videla. Los gremios tenderán a desaparecer y la pobreza desaparecerá porque completarán cementerios. ¿Nunca ha ayudado la ultraderecha en el planeta a pueblo alguno? ¿Por qué lo haría ahora, no le parece?