Por Dany Wilde
Cuando todos los años en algún punto del planeta se produce el triunfo de una nueva Miss Universo se la invita a decir unas palabras ante el público. Y son siempre las mismas, producto de su falta de contenido y de ser políticamente correctas dicen: “Quiero paz en el mundo”. Por supuesto, esto no se produce nunca, máxime que quienes auspician estos concursos son socios accionistas de aquellos traficantes de armas.
Juan Carlos Schmid, uno de los tres hombres encargados de manejar la CGT, tuvo el rol de Miss Mundo cuando dijo: “No venimos a levantar la bandera de ninguna candidatura y no estamos detrás de ninguna conspiración, venimos con una demanda central de trabajo digno y salario justo”.
Una declaración propia de alguien que no sabe cómo mirar a los ojos de los trabajadores. Pero fue correcto para con sus socios y su jefe, no alentó la candidatura opositora ni tampoco llamó al paro por tiempo indeterminado. En una palabra, le dio la razón a Macri cuando este dijo “Esta marcha es una pérdida de tiempo”.
¿Sabrán los camioneros, gastronómicos, peones y demás laburantes que la desocupación y la recesión sigue en ascenso? ¿Los trabajadores tienen idea que si la CGT no apoya a la oposición el plan económico sigue y para mal? ¿Las bases son tan ingenuas de creer en una Central Obrera que es aliada del gobierno y apoya el voto en contra de Cristina?
El camionero afirma que no va detrás de ninguna candidatura y con esto alarga el ajuste. No hay plan económico que cambie en base a discursos o declaraciones, estos cambian el rumbo cuando se producen cismas políticos, es decir, una derrota electoral. Hoy la CGT se encamina junto a los gobernadores y legisladores anti K a la eliminación de Cristina y dejar el camino libre para la reelección de la derecha. Estos muchachos que todavía cantan la marcha saben y no dicen que el peronismo no tendrá un candidato fuerte para el 2019.
El discurso ligth cerró con una fecha en agenda. El 25 de setiembre se reunirán los burócratas del trabajo para poner fecha a un paro mientras Magnetto y Roggio brindan con el mejor champagne.
“Si un traidor puede más que unos cuantos que esos cuantos no lo olviden fácilmente”, dice la canción de León Gieco. Hoy la CGT conduce a los trabajadores a las puertas de la reforma laboral. Por más que se enojen y hagan declaraciones rimbombantes, la derecha le será fácil tener quorum en diciembre de este año y comenzarán a dejar sin derechos a los trabajadores.
La figura de Perón quedará como un cuento de ciencia ficción gracias al triunviro traidor. Estos serviles al poder real en lugar de buscar la derrota electoral del gobierno, protege sus intereses personales y en estos no figuran ni la reforma laboral ni la desocupación.
Habrá paro en octubre quizás, pero solo será por la galerie. El sistema, con el PJ incluido, sigue vaciando de contenido y de militantes al peronismo para que el año que viene la Argentina retroceda a la década del 30´. Una clase alta y una clase baja, integrada por los media clase porque la clase baja habrá fenecido.