
¿Como se descubre algo que ya existe? Por décadas los argentinos nos preguntamos eso pero en los colegios los más pequeños recibian el “adoctrinamiento”, como lo llaman algunos, del colonialismo y se festejaba el día de la raza.
Por Wally Crock
Según una normativa del Ejecutivo nacional promulgada en el 2017, los feriados que sean movibles siempre se festejan un lunes. Si caen martes o miércoles se los festeja el lunes anterior, y si caen miércoles, jueves, viernes como en este caso, sábado o domingo, se lo festeja el siguiente lunes.
De allí, que el lunes 15 sea feriado por el “12 de Octubre- Día del Respeto a la Diversidad Cultural Americana”.
El 12 de octubre España festeja su día, algo así como el 9 de Julio para nosotros. La diferencia es que este territorio se independiza de ellos, mientras que los Españoles festejan “la dominación de otros lares tras oceánicos” como reza el decreto que promulgó el festejo en el país ibérico.
En verdad, no en todo ese país, porque Navarra fue el último reino anexado luego de 1492. Por lo que ese día festeja la resistencia.
Al igual que muchos otros países americanos que celebran la resistencia de los pueblos originarios. Acá no, en 1917 Yrigoyen era el Presidente, y mediante una norma realizó un intentó estéril por cortar el yugo español. Pasamos de festejar el día de España, al día de la Raza.
Buenamente supongo que Yrigoyen no tenía el conocimiento que tenemos hoy acerca de que la única raza es la humana, y no intentó ser peyorativo. Pero lo fue…
Ese rótulo del “Día de la raza” no se modificó hasta el Gobierno K, que lo cambió por “Día del Respeto a la diversidad cultural americana”. En el medio, ¿Qué pasó para que no se modifique? Si es que hace tiempo se sabía que estaba mal llamar así a ese día. Será que la dominación colonial adoptó otras formas, colores, banderas y divisas, pero siguió estando.
Argentina adoptó llamarse la pequeña europa, pero no lo es. Algunos sonríen y hablan de crisol de razas, pero tampoco. Estamos al sur de América y nos construimos jurando una bandera justa, libre y soberana.
Nos engañaron diciendo que eramos el granero del mundo, y no éramos más que un granero colonial como en 1933 cuando mediante un pacto servimos a la corona británica de entreguerra.
Tuvimos un veranito en donde las cosas eran nuestras, ferrocarriles, películas de calidad y deportistas que nos representaban en el mundo, y eso a los dominantes no les gustó y bancados por las fuerzas Inglesas derrocaron a un Presidente. Fue por la época en la que Churchill dijo que la caída de Perón significaba la mejor noticia para los británicos después del término de la segunda guerra mundial. ¿Por qué sería tan importante?
Siguió el entreguismo, ya era a otro imperio más cercano. Compartimos continente, e inclusive divisa en la que endeudarse.
En el medio seguimos festejando el Día de la Raza.
Los nenes en los ´90 haciendo un acto escolar disfrazado de supuestos “indiecitos brutos” y los colonos que imponían la civilización.
Saben que había un pueblo al cual no se le entendía el idioma, sonaba al oído colonizador como ba-ba-ba, y entonces como buenos dominantes le pusieron una palabra a eso que no entendían. Porque claro, si no entendían no es que ellos no supieran sino que los otros no se expresaban bien, y por eso le pusieron Bárbaros. Al fin y al cabo, los bárbaros son los civilizados.
Cierro ese recuerdo del libro de Sarmiento, para recrear los actos escolares en la que los españoles trajeron la civilización como arma de dominación.
Fue por esa época que un Presidente argentino trajo a Hegel y su dialéctica de amo y esclavo para hablar de relaciones carnales con Estados Unidos.
Por esos años podíamos decir “Nuestro amo, juega al esclavo” como es el nombre de una canción de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota.
Fue allí que asomó la globalización, esa forma de nueva dominación. En la que todos vemos todo pero acá festejamos Halloween, y si alguien toma mate en el norte es porque tuvo que salir de Ezeiza. No es recíproco. No creo que allá pidan a domicilio, pero acá teniendo la segunda lengua más hablada del mundo, por encima del inglés, pedimos delivery.
No quiero extenderme más, querido Rey (como le dijo el actual Presidente a Juan Carlos I)
La extranjerización no pudo ser de otra manera que por negociado de la patria dirigente porque si algo nos enseñó Jauretche es que malo es el foráneo que nos compra, pero peor el paisano que nos vende.