Por Dany Wilde
Los soldados de los medios dominantes cuando tienen que definir al kirchnerismo comienzan con un par de adjetivos, quizás un verbo mentiroso y cuando se acuerdan algún sustantivo. No es raro escuchar en la caja boba “siempre con la agresión ustedes”, o “se robaron todo”, o “chorra, yegua, devuélvanla”, o “autoritarios” y un sinfín de adjetivos que poco tiene que ver con la realidad.
Si se habla de hechos delictivos hay que recordarle al club de fans amarillo que Macri asumió con dos procesos, primer caso en la historia. Que también por vez primera se allanó la Casa Rosada y que las causas penales rodean el nombre de Mauricio Macri desde 1989 y por coimas. Debemos asumir su pertenencia a la patria contratista, su ligazón con la mafia siciliana a través de su abuelo, los retos de los principales diarios estadounidenses por la poca preocupación de los medios y la oposición con respecto a Macri y los papeles de Panamá y así podíamos estar horas sin olvidarnos de la deuda eterna y ahora por 100 años, etc.
Ninguno de los K asumió con delitos encima. A Cristina le aparecen causas ya en el llano y muchas son inventadas, ejemplo el dólar futuro. También explotan el caso Báez, que no fue funcionario, fue el proveedor 36 y Macri el 3 y encima es socio de Calcaterra, o sea de Macri.
El “se robaron todo” es simplemente una transferencia de culpa. Cuando dicen “chorra” uno se pregunta porque Cristina no pidió un peso de deuda. Si lo hacía como lo practica Macri, se llevaba el 2 por ciento de lo pedido, tapa de Clarín y todos contentos. Sin embargo no lo hizo, es más, pagó y es chorra. Macri ya acreditó en su cuenta 2 mil millones de dólares por comisión de deuda.
El tercer principio de propaganda nazi utilizado por Joseph Goebbels dice “principio de la transposición, cargar sobre el adversario los propios errores o defectos respondiendo al ataque con un ataque. Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigas”. Ejemplo, el gobierno saca las pensiones a los discapacitados. Mientras el mundo político se asombraba de tamaña injusticia, el ministro de hacienda preparaba el bono de deuda por 100 años. Entonces mientras la sociedad se indignaba, el gobierno la entregaba al otro día.
El peronismo declaró la independencia económica, otorgó derechos laborales y sociales sin embargo el Viva el cáncer apareció, en esos tiempos, para construir una grieta histórica. Hubo dos golpes de estado, uno con éxito y a partir de 1955 se le inventaron 50 causas que cayeron en 1971.
En su resurgimiento a través de Néstor y Cristina se salió del infierno, se creció y se ampliaron derechos pero una importante parte de la sociedad que, también fue beneficiada, la odia a más no poder. Hoy gobierna la derecha otorgando pobreza en forma democrática o sea para todos y sin embargo se los banca por el solo hecho de que son antiperonistas.
Cuando los medios identifican un K, el insulto sale a repetición. No existe de derecha a izquierda, libertad de expresión, educación, cortesía ni ética. De izquierda a derecha, la cosa es distinta. Se debe ser políticamente correctos sino la agresión derechista parte raudamente.
La mala onda cuando un K toma la palabra es demoledora. Te tratan de ladrones y asesinos, sin embargo quienes se dedicaron siempre al delito son los CEOS del gobierno.
La deuda siempre la solicitó un gobierno liberal, el decreto 4161 es una creación de la revolución fusiladora, las dictaduras fueron apoyadas por socialistas, comunistas, liberales, curas y radicales, los muertos siempre los puso el peronismo y encima, somos agresivos.
Por eso, Cristina puede inventar la cura al cáncer, ser monja a partir de ahora o ser santificada que para los integrantes de las clases altas y aquellos acomplejados de clase media será siempre una chorra. En cambio, Macri será alguien que trató y no pudo, pero jamás será señalado como delincuente. Lo es pero también es el representante del poder y hoy es el más antiperonista habitante de la Casa Rosada y para el sistema es primordial.