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Los festejos en el Obelisco y los energúmenos de siempre

La selección nacional de fútbol acaba de consagrarse bicampeona de la Copa América 2024 en Estados Unidos y cómo es costumbre, miles de argentinos se congregaron en el Obelisco para festejar el cuarto logro deportivo de la “Scaloneta”. Pero esa fiesta, una vez más, se vio empañada por los energúmenos de siempre.

Estos individuos aprovechan la multitud y el anonimato que brindan los eventos masivos como conciertos, fiestas deportivas o celebraciones callejeras para pasar desapercibidos y cometer todo tipo de desmanes y actos vandálicos.

No tienen respeto por la propiedad ajena ni por la convivencia pacífica, y su única motivación parece ser causar caos y destrucción, tanto a la infraestructura pública como a la propiedad privada.

Sus acciones van desde destrozar mobiliario urbano (canteros, bancos, placas) y romper vidrieras (Bar Notable La Giralda), hasta incendiar vehículos (motos) y agredir a policías y otras personas. Su comportamiento irresponsable y violento pone en peligro la seguridad de todos los asistentes al evento, así como la reputación de la ciudad donde se desarrolla.

Es importante que se tomen medidas preventivas para evitar que estos  violentos causen estragos durante las celebraciones masivas, teniendo en cuenta la seguridad de los asistentes y la protección de los bienes públicos y privados.

Si bien es fundamental la coordinación con las fuerzas del orden y la implementación de protocolos de actuación en caso de incidentes para garantizar la tranquilidad y el disfrute de todos los participantes, el Estado debe volcar toda su capacidad para que el peso de la ley castigue de manera ejemplar a estos facinerosos.

Los energúmenos de siempre representan un problema para la convivencia pacífica en la sociedad y es responsabilidad de todos combatir esos actos delictivos. Es hora de erradicarlos para siempre y promover un entorno seguro en todo tipo de celebraciones masivas.

Los derechos humanos son fundamentales para garantizar una vida digna y justa a todas las personas de bien, y no para beneficiar a delincuentes.

Francisco Manuel Silva
frsilva50@gmail.com

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