
El argentino está acostumbrado a liderazgos fuertes. Hay y hubo líderes negativos, pero también positivos. No somos Europa, más acostumbrados a monarquías parlamentarias o repúblicas con coaliciones de escaso poder al mando de los países que integran el continente.
Argentina tuvo líderes positivos, Perón, Evita, Kirchner y en el campo del deporte Maradona. El Papa también lo fue. Y es precisamente desde donde partimos para tratar de entender que el país ha quedado huérfano.
La economía no resolvía los problemas de la gente, pero nos amparábamos en la figura del Diego. La alegría deportiva ocultaba conflictos sociales. En la política, Néstor nos mostró una América diferente. Chávez, Lula, Lugo era el principio emancipatorio. Volver a empezar con el Mercosur y el Una sur. La clase media se había duplicado en el 2008, así comunicaba el Banco Mundial.
Cristina en la presidencia y un Papa argentino asumió en el 2013. El país en primera plana con un dólar bajo, sin deuda con el FMI, con el salario más alto en el continente y una jubilación que rendía al pasivo. Pero todo no dura cien años, tampoco diez. Cristina se equivocó, la sociedad sancionó y el liberalismo tuvo la oportunidad histórica de recolonizarnos. La derecha cumple. Fue un tiempo, el segundo lo estamos viviendo. Al menos
estaba Maradona en la pantalla y Francisco en el Vaticano.
El Diego se encontró con Néstor, Perón y Evita y hace unos días el Papa fue invitado a un asado que organizó San Pedro para los lideres positivos.
La Argentina hoy se encuentra en manos de un subnormal que constituye el brazo derecho del imperio en el continente. Está a su completo servicio y por tiempo completo. Milei milita la entrega y la maldad 24 x siete. No descansa. No está solo. Una tortera y una banda de acólitos ignorantes que parten de la agresión verbal y física constituye el equipo dirigido por un líder perverso.
¿Usted dirá no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante? Estamos de acuerdo. ¿Pero tenemos esperanza en próximas elecciones con compañeros que no parecen compañeros? ¿Hay vida después de la muerte del último líder positivo? Interrogantes que no tienen respuestas mientras unos sicóticos sonríen, se emborrachan y se drogan.
Todo tiempo pasado fue anterior pero no se un futuro halagüeño. El Papa murió. Murió el conductor de
1200 millones de almas. Falleció el jugador de toda la cancha, del caño Carlovich y de la mano de Dios. En el 2020 D10s partió, ahora lo siguió Francisco. En tiempos donde la justicia social es denostada y el materialismo es aplaudido sin ton ni son el espíritu partió al exilio. La orfandad se instaló en este país conducido por Milei. Hoy diría que estamos solos, pero para mañana nos queda el peronismo. ¿No le parece?