Por Simón Radowistky
Hablamos de los alimentos y mencionamos a corporaciones, si tratamos de explicar granos o semillas también caeremos en las corporaciones supranacionales, por carácter transitivo si mencionamos el mercado agrícola global, también entrará a jugar las grandes empresas.
Existen tres o cuatro gigantescas empresas agroindustriales y grupos agroquímicos, enraizados en la industria química, que prácticamente monopolizaban el mercado mediante un cártel de las semillas transgénicas.
Al respecto, Daniel Estulin afirmó: “Las grandes empresas se relacionaban entre sí con la implicación de los Rockefeller en lo que llaman eugenesia, es decir, exactamente la política racista desarrollada por Hitler y los nazis en el Tercer Reich. Lo que poca gente sabe, es que la eugenesia practicada por los nazis era financiada por la Fundación Rockefeller. También esta familia financió las primeras investigaciones que crearon los transgénicos mediante la posibilidad de introducir bacterias ajenas en cepas concretas de maíz o soja. Pero la única cepa comercializada a gran escala ha sido la semilla resistente al producto Roundup Ready de Monsanto. Lo comercializan porque resiste al Roundup, el herbicida a base de glifosato que Monsanto ha convertido en el herbicida de mayor venta mundial. Esta es la única cepa de las semillas que resiste las toxinas que se fumigan y matan a todo lo que les rodea. Con ello el sueño de los dueños de la pelota se hace realidad porque empiezan con las semillas, las plantas, etc. pero su sueño en última instancia es manipular los genes humanos”.
También quieren desarrollar un tipo de maíz que contiene un elemento que provoca que el esperma del hombre no pueda concebir hijos. En una palabra, un plan eugenésico para reducir la población. Fuentes calificadas cuentan que este proyecto es apoyado y financiado por el departamento de agricultura del gobierno norteamericano.
El final siempre es el mismo, menos gente en el planeta para que unos pocos vivan y muy bien. Henry Kissinger, hoy asesor de la corporación Bilderberg, a principios de los 70´era el alter ego del presidente Nixon. El autor del plan sistemático para la desaparición de personas elaboró en abril de 1974 el NSSM 200, un informe confidencial sobre seguridad nacional en el que se afirmaba que la reducción o el control de las poblaciones era un requisito imprescindible para que Estados Unidos proporcionara ayuda a países extranjeros. Dice Estulin: “El objetivo era diseñar un plan de control drástico de la población mundial, es decir, para reducirla a tres mil millones de personas hacia el 2050. Estados Unidos lideró el proyecto de la siguiente forma: hizo el control de la natalidad en los países en desarrollo un requisito previo para la ayuda norteamericana”.
Pero ¿qué dijo Kissinger sobre el tema?: “Si estas razas inferiores se ponen en el camino de recursos naturales y materias primas, entonces tenemos que encontrar la manera de deshacernos de ellos”. Los nazis también querían lo mismo. Todo formaba parte de la eugenesia y su plan para atacar las razas “inferiores” para preservar la “superior”.
Cabe recordar que Henry fue premio Nobel de la paz, Adolf no. Y para aquellos que piensan que lo relatado es ciencia ficción o simplemente el pasado, la realidad nos certifica lo antes dicho.
Para comprobar, nada mejor que el gobierno de Macri donde la política económica de ajuste sólo sirve para la reducción poblacional. Si no pregunten si la tasa de suicidios aumentó o no, si el 25 por ciento de aumento en secuestros en la provincia de Buenos Aires no determina muertes naturales. Si el jubilado que sufre día a día acelera su paso a la inmortalidad, si los marginales no le pasa lo mismo y así con todo humano que recibe diariamente malas noticias para su vida.
Y si no se entiende, piense lo que pasa hoy. Los bienes de las clases medias y bajas se transfieren a las altas vía aumento de alimentos, tarifas e impuestos y los bienes argentinos se transfieren, por carácter transitivo, al imperio, hoy compuesto por las corporaciones supranacionales más el Reino Unido y los Estados Unidos. Esta matriz impuesta en el país se repite en la Europa Mediterránea y en toda América. Hay una solución y es la apoyatura a los movimientos nacionales. El único remedio. Si no, ya sabe cúal es el final.