Opinión

Las confesiones de John Bolton. ¿Arrebato senil o vil provocación?

Por  Margarita   Pécora  B.  –

No creo que a estas alturas del partido,  alguien dude  de los terroríficos  planes que han  pergeñado contra nuestros pueblos,  los últimos gobiernos  estadounidenses que se  jactan de ser  paladines de la “democracia”. Aunque era un secreto a voces, por fin  quedó testimoniado  el  rol activo de EE.UU. en los   planes de   golpes de Estado  contra  países de  nuestro Hemisferio que defienden a capa y espada su proyecto  de independencia  y su  modelo de democracia para no volver a ser una colonia del imperialismo.

Lo confesó el propio  John Bolton,  ex asesor de Seguridad de la Casa Blanca  cuando dijo que ayudó a planificar golpes de Estado «Planear golpes de Estado requiere de mucho trabajo»- afirmó  textualmente.

¿Se le escapó,   fue un arrebato senil, o una provocación al ego  del soberbio  ex asesor  de Seguridad? Lo cierto es que  la  confesión   es gravísima,  y probablemente   ni él mismo  calculó  las consecuencias cuando Jake Tapper, el periodista de la CNN  que lo entrevistaba  sobre el asalto al Capitolio del seis de enero de 2021,  lo  incitó  al decirle «uno no tiene que ser brillante para intentar un golpe . Y   Bolton   al sentirse tocado en su vano orgullo,   ripostó diciendo: «No estoy de acuerdo. Como alguien que ha ayudado a planear golpes de Estado, no aquí, sino en otros países, puedo decir que requiere de mucho trabajo».

Y claro  que no hacía falta que nombrara a los países;  la historia –coronada de varios  fracasos para el imperio del Norte que siempre desconoce  la fuerza de los pueblos y la dignidad que atesoran,-  es muy reciente en los intentos  de  golpes de estado que perpetró Estados Unidos contra Venezuela, Nicaragua , Cuba y el más sonado caso , el de Bolivia contra  el ex presidente Evo Morales  que fue  literalmente sacado del poder .

Dos publicaciones de la revista electrónica The Intercept exponen el rol activo de Estados Unidos contra el gobierno de Evo Morales. Por un lado, una serie de correos electrónicos muestran que el gobierno de Donald Trump amenazó a los investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts que cuestionaban el informe de fraude de la OEA en Bolivia. Un abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos se puso en contacto en repetidas ocasiones con los investigadores que refutaron ampliamente las sospechas de que el partido socialista de Bolivia había manipulado las elecciones, a veces bajo amenaza de citación.

Por otra parte, grabaciones telefónicas y correos filtrados revelan que un alto funcionario boliviano había planificado usar tropas extranjeras para bloquear el regreso del MAS al poder en 2020. En una de las grabaciones publicadas por The Intercept, una persona identificada como el ministro boliviano de Defensa dice que su agenda está “centrada en evitar la hecatombe de mi país”. Las fuerzas armadas y la población tienen que “levantarse nuevamente”, agregó, “y no permitir el gobierno de Arce. […] Estas próximas 72 horas son fundamentales para el país”.

La hoja de ruta del segundo plan era llevar mercenarios extranjeros a Bolivia desde una base militar estadounidense afuera de Miami. El objetivo era unirlos con las unidades élite del Ejército boliviano, escuadrones rebeldes de la Policía y colectivos paramilitares”-fin de la cita-.

¡Y qué decir de la participación de los  gobiernos lacayos  de Estados Unidos:  Jeannine Áñez tomó el poder el 12 de noviembre de 2019, tras la dimisión de Evo Morales  al que acorralaron  con  denuncias de fraude electoral,  provocaron un motín policial y   lo amenazaron de muerte a él y a su familia. En ese  marco, se conoció que Ecuador, en el gobierno del ex presidente Lenín Moreno, y Argentina, bajo administración del ex presidente Mauricio Macri, apoyaron a Áñez con el envío de material antidisturbios. La misma  Añez que busca desesperadamente asilo político   en Brasil  apañada por  otro lacayo  de EE.UU., Jair Bolsonaro. Para muestra, un botón.

EVO  CON MÁS RAZÓN QUE NUNCA

Por  esa confesión de Bolton  que ya no deja lugar a dudas del rol activo de EE.UU. en los  golpes de Estado,  es que el l ex presidente de Bolivia, Evo Morales, calificó a Estados Unidos como el «peor enemigo de la democracia y la vida».

Pero todo tiene que ver con todo:  Con  la pérdida gradual de la hegemonía mundial   de Estados Unidos ante el avance de China y Rusia,  y  con  la herramienta, el arma  o el plan  como quieran llamarle  a “las revoluciones de colores” ,  que  definió sabiamente  el politólogo  estadounidense  Gene Sharp  sobre  la acción no violenta como método para utilizar el poder en un conflicto.

Las llamadas “revoluciones de color”, o golpes suaves entran dentro de las estrategias de intervención silenciosa que Estados Unidos utiliza para derrocar a Gobiernos que no comparten la visión estadounidense sobre la organización económica, política y militar de las naciones. Se trata  de 198 métodos para derrocar gobiernos y se divide en tres grandes bloques: protesta, no cooperación e intervención, las cuales se aplican generalmente luego de los procesos electorales.

Argentina en el  foco.

Para nadie es un secreto   cómo ha arreciado sus ataques  la oposición al gobierno  del Frente de Todos en la Argentina, aprovechando  las disonancias  entre el presidente y la vicepresidenta de la nación,  y la crisis financiera que ha dejado no solo la pandemia sino también  el enorme endeudamiento  que contrajo el gobierno de Mauricio Macri  con el Fondo Monetario.

Hoy los medios al servicio de esa oposición  que busca desestabilizar al  gobierno,  perpetra sus golpes suaves incitando  la desconfianza en la política, apoyándose en  la crisis con el dólar, el alza del riesgo país, el  del dólar blue , buscando  que se produzca una devaluación.

Por otro lado  fogonean las protestas del agro, instalan un “lockout rural”, exacerban los ánimos disidentes  de algunas  organizaciones sociales y  echan leña al fuego  del clima candente   donde quien   extrae   beneficios, es  la oposición.

El antídoto para estos  amagos de golpes  suaves, es  la unidad de las fuerzas políticas  y la suma de la sociedad  a defender  la causa en peligro. Es tarea que  pertenece al Frente de Todos , si es que  quiere salvar  al país de volver a caer en manos  de los que actúan  en las  penumbras, para  personajes como  los  Bolton , los Trump,  y los Biden  que  vienen  por   el patio trasero  de nuestra América del Sur , con advertencias más que claras de quienes han ayudado a planear  golpes de Estado,  y cuentan para ello con  la vigencia  de un  complejo militar industrial , que sigue siendo un  entramado político, militar y económico creado durante la Segunda Guerra Mundial y que desde entonces ha sido el garante de la superioridad tecnológica y por ende de la superioridad militar estadounidense, siendo así parte fundamental de la política exterior del país norteamericano. Donde haga falta plata y armas, el complejo  lo pone en un parpadear…

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