La Plaga
Por Laura Lane
Nadie en su sano juicio podía prever que el 2024 fuera lo que es. Veníamos de ganar un mundial, a pesar de la inflación el argentino estaba alegre, pero todo terminó en agosto. En ese mes, y gracias a las bendita paso, comenzó el principio del fin. Hoy las plagas se ciernen sobre el territorio y las egipcias no tienen comparación alguna con Milei.
Inundaciones, sequía, dólar planchado, plazo fijo pobre, jubilaciones y salarios congelados, alimentos más caros que en Europa, despidos diarios en medio de la alegría anarquista, porque disfrutan el mal ajeno. Todo esto y más acontece desde el 10 de diciembre, día que este delegado de satán copó la casa rosada.
Y esto recién empieza, o como diría un libretista de los sesenta, no se vaya que ahora viene lo mejor. El padre de Conan pretende sorprender a la opinión pública y agradar a su vice con un indulto para un genocida. No está confirmado, pero se habló en la última reunión de gabinete. El 24 sería el día idea para este perverso, pero quizás sea solo una operación de sus trolls.
De todas maneras, las plagas seguirían. En abril caerán facturas de luz impagables. La gente impotente observará como el sicótico sigue mintiendo para favorecer a la casta empresarial. El subnormal quiere acomodar los tantos vía ley remis o dnu para favorecer a sus amigos. Eurnekian espera con los brazos abiertos a Aerolíneas Argentinas, el dueño del libertador pretende el Gaumont y los hoteles de Chapadmalal, Macri quiere YPF y el fútbol, Mondino el Banco Nación. Esas son las pretensiones de la derecha en su plan de negocios para atosigar al
pueblo y que este siga sufriendo.
La pregunta es cuando termina la angustia. Macri se hará cargo del pro en días. La Pato seguirá conchabada y ocupada con los narcos. Kicillof se sigue plantando, Milei sigue viajando y su hermana ordenando la tropa.
El ministro Caputo sigue cobrando comisiones mientras echa empleados estatales ante la sonrisa de Adorni, el López Rega del siglo 21.
Pero la plaga acabará algún día. No existe el mar rojo, pero si el orgullo de un pueblo que de a poco enfrentará al peor gobierno de la historia argentina. El peronismo se organiza ante la atenta mirada de la CGT y las reuniones de Cristina y Massa. Nada para publicar, nada para aplaudir, pero todo para esperar. Abril será un mes clave para saber si el paranoico sigue en el sillón de Rivadavia este año. Por ahora, paciencia. ¿Debemos esperar, la plaga algún día culminará.