Opinión

La irónica burla al pueblo en el cierre de Áreas del Estado

Por  Margarita  Pécora .   –

El pasado sábado, Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación y Transformación del Estado bajo el gobierno de Javier Milei, celebró con una mezcla de ironía y burla el cierre de más de 200 áreas del Estado. En un mensaje publicado en sus redes sociales, Sturzenegger compartió un listado detallado de las áreas eliminadas, acompañándolo con la frase: «Van a reír y van a llorar. Advertencia: no apto para personas impresionables».

Este anuncio, que debería haber sido un momento de reflexión sobre las consecuencias de tales medidas, se convirtió en un espectáculo de insensibilidad. Miles de empleados públicos se encontraron de repente sin trabajo, y las funciones que desempeñaban, muchas de ellas esenciales para el funcionamiento del Estado, fueron desechadas como si fueran meros trámites burocráticos.

La reacción del público no se hizo esperar. Las redes sociales se llenaron de comentarios de indignación y tristeza. «¿Cómo pueden reírse de nuestra desgracia?», preguntaba un usuario en Twitter. «Esto no es una broma, es nuestra vida», añadía otro. La burla implícita en las palabras de Sturzenegger resonó como una bofetada para aquellos que perdieron sus empleos y para los ciudadanos que dependen de los servicios públicos que ahora están en riesgo.

El ministro, lejos de mostrar empatía, agradeció a Javier Milei por su «convicción y liderazgo» en la reducción del Estado, destacando que estas medidas eran necesarias para eliminar funciones duplicadas y obsoletas. Sin embargo, para muchos, esta justificación no es más que una cortina de humo que oculta el verdadero impacto humano de estas decisiones.

En resumen, lo que debería haber sido un anuncio sobrio y respetuoso se transformó en un acto de ironía y burla hacia el pueblo argentino. La frase «Van a reír y van a llorar» quedará grabada en la memoria colectiva como un símbolo de la insensibilidad de un gobierno que, en su afán por reducir el Estado, olvidó el valor de las personas que lo componen.

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