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La indigencia infantil un problema capital

La indigencia infantil se define como la situación en la que los niños no tienen acceso a las necesidades básicas para vivir dignamente, como alimentos, vivienda, educación y atención médica. Esta situación tiene graves consecuencias en el desarrollo físico, emocional y cognitivo de los niños, ya que les impide crecer en un ambiente adecuado y seguro.
En Argentina es un problema que ha venido creciendo de manera alarmante en las llamadas “décadas ganadas” y que sigue afectando a miles de niños, niñas y adolescentes en el país. Según un informe de UNICEF (https://www.unicef.org/argentina/media/19361/file), en Argentina aumentó al 14,3% en el primer semestre de 2023, lo que equivale a 1,8 millones de chicas y chicos, 250.000 más en comparación a 2022. Son 630.000 menores más que viven en hogares que no cubren la canasta básica de alimentos. ¿Dónde están “los únicos privilegiados”?
El informe elaborado por la Dirección General de Estadística y Censos del GCBA (https://www.estadisticaciudad.gob.ar/eyc/?p=155512) destaca que el 44% de los niños, niñas y adolescentes residen en hogares en condición de pobreza. Ese grupo etario, de 0 a 17 años, está compuesto aproximadamente por 300.000 personas. El año pasado, el índice fue del 34,7%.
Uno de los principales factores que contribuyen a esta situación en Argentina es la alta tasa de desempleo y la falta de oportunidades laborales para las familias más vulnerables. Muchos padres no pueden cubrir las necesidades básicas de alimentación, vivienda, educación y salud de sus hijos debido a la falta de ingresos económicos, lo que provoca que los niños se vean obligados a vivir en condiciones precarias.
La falta de acceso a estos derechos esenciales tiene un impacto catastrófico en el desarrollo físico, emocional e intelectual de los menores y como viene ocurriendo hace décadas, perpetúa el ciclo de la pobreza en las generaciones futuras, como una gran fábrica de indigentes, planeros y marginales.
La falta de empleo, la baja calidad de los trabajos informales y la inflación desmedida, hacen que cada vez más padres y madres no puedan garantizar el sustento básico de sus hijos. Garantizar los derechos de los niños, niñas y adolescentes en situación de vulnerabilidad es responsabilidad de nuestros gobernantes nacionales, provinciales y locales para poder construir un futuro más justo y equitativo para las generaciones venideras.

Francisco Manuel Silva
frsilva50@gmail.com

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