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La crisis, divino tesoro

Por Gabriel Princip

Ni bien comenzó el gobierno de derecha comandado por Mauricio Macri, los soldados de la causa “todo sea por la entrega” comenzaron a mencionar conceptos como pobreza, crisis, quiebra y demás adjetivos para ilustrar el país que dejaba la ex presidente Cristina Fernández.

Como la esposa de Néstor había dejado un país funcionando se le iba a tornar difícil a Macri cumplir con su plan de empobrecimiento para la entrega de la Nación, si reconocía un buen gobierno K. La primer gran mentira macrista fue hacerle creer a los argentinos que un país con riquezas y funcionando era pobre.

No faltó un González Fraga, ni una Michetti ni algún alcahuete parlamentario que declaraba a favor de una crisis inventada por el ejecutivo con respaldo de los medios dominantes. Tanto se dijo que una buena parte de la población la creyó y luego se comenzó a operar en la economía nacional para poder certificar la auto profecía cumplida.

Hoy con una deuda pedida por este gobierno de casi 180 mil millones de dólares, un Banco Nación que cesó en los créditos por falta de liquidez, una timba que funciona en un alto interés, un 14 por ciento del presupuesto para pagar intereses de deuda, jubilados con menos plata y mayor poder adquisitivo según el teorema Tonelli, mayor indigencia y desocupación al calor de tres reformas que seguirán con el objetivo de entrega del país entonces sí, es un país pobre.

Se inventó una crisis y se trabaja en consecuencia. Raúl Scalabrini Ortiz en 1956 decía: “La crisis es la crisis óptica, la mejor crisis del mundo, la crisis perfecta, la que nadie podrá superar ni demostrar, porque solo existe en la imaginación y en los tenebrosos propósitos de quienes la utilizarán como pretexto para desmantelar el país y sumirlo en la verdadera y permanente crisis económica y espiritual que caracteriza a toda factoría…no hay argumento valedero para justificar medidas que no resisten el menor análisis”.

Hoy Macri encarcela a la política por supuestos actos de corrupción. Nada probado, nada cierto pero todo sirve de excusa para acusarlos de ser responsables de la actual miseria. Sabemos que es mentira, sabemos que es una trampa, pero también sabemos que parte del Mauricio Macri.

Scalabrini decía: “El informe de doctor Prebisch tras un ripequeteo telegráfico de lisonjas anticipadas que provenían de Londres, se publica el 27 de octubre de 1955. Tras un exordio de cortesanía hacia las autoridades  constituidas y de desvincular de toda responsabilidad a la institución internacional de la que es empleado permanente, el informe se inicia con un extraordinario exabruto en que Prebisch afirma que “ la Argentina atraviesa por la crisis más aguda de su desarrollo económico, más que aquella que el presidente Avellaneda hubo de conjurar  “ahorrando sobre el hambre y la sed” y más que la del 90’ y más que la de hace un cuarto de siglo, en plena depresión mundial”.

Pero crisis hubo en 1865, 1870, 1875, 1890, 1896, 1905, 1910, 1913, 1916, 1920, 1929. Cada  patrimonio nacional, real o virtual, presente o futuro, inmensas extensiones de tierras, que se  enajenaban a precios de liquidación sin ningún compromiso por parte del comprador, concesiones ferroviarias que permitían ir nucleando capitales, empréstitos exteriores que no eran más que una forma de transferir al exterior las ganancias que excedían el monto de los créditos  normales abiertos por la exportación o un simple regalo, como fueron los empréstitos acordados para cancelar garantías ferroviarias.

Esas crisis mencionadas se suman a las que produjo el FMI cuando entra en el país de la mano de Alvaro Alsogaray en 1956. Crisis hubo en 1958, 1962, 1966, 1970, 1973, 1974, 1976, 1981, 1983, 1984, 1988, 1989, 1990, 1996, 1999, 2001, 2003, 2015, 2016 y 2017.

Si hay que desmantelar el país se inventa una crisis. Pasamos en 2015 de pagar el 93 por ciento de la deuda a 2017 con un pedido de deuda de 180 mil millones de dólares. Pasamos de duplicar la clase media según el Banco Mundial en 2008 a aumentar la indigencia en 2016. Pasamos de los satélites del gobierno K al descuento a jubilados y ex combatientes. Pasamos de un país funcionando a una colonia en crisis inventada, en una palabra, nos pasamos.

Pero esta crisis es producto de la mentira y la trampa constante. Donde la derecha no trepida en sacar la billetera para comprar periodistas serios para que afirmen con la mejor cara que la miseria es culpa de Cristina. Por eso ya sabemos cómo funciona la derecha y cuáles son sus objetivos, o sea no caigamos mas en las trampas que nos siembran cotidianamente ni caigamos en todas las mentira, porque la derecha es todo mentira.

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