Mediante un comunicado de prensa, la CGT felicitó a la fórmula Fernández-Fernández, que resultara la ganadora de las elecciones generales del 27 de octubre.
Tras el resultado de los comicios, en el que la fórmula obtuvo el 48 por ciento de los votos, Alberto Fernández asumirá como presidente el próximo 10 de diciembre.
“Tal como nuestra historia nos compromete, honramos el mandato ofreciendo esfuerzo y trabajo ante el tremendo desafío que los trabajadores tenemos por delante, luego de cuatro años de políticas neoliberales que han lastimado profundamente el tejido social”, inicia el comunicado con la firma del Consejo Directivo Nacional de la CGT que capitanean Carlos Acuña y Héctor Daer.
“Estamos convencidos y preparados para afrontar un dialogo social amplio, maduro y profundo, con políticas públicas fuertemente orientadas a la recuperación de la producción y el trabajo genuino, desalentando la especulación financiera, y protegiendo a los sectores más vulnerables”, continuaba el escrito haciendo referencia al diálogo social que, en la práctica con el actual Gobierno de la alianza Cambiemos “fue un monólogo”, según manifestaron varios dirigentes a este medio.
“Entendemos, al igual que el compañero Alberto Fernández se comprometiera con esta Confederación, que, con la mira en la recuperación del trabajo como verdadero organizador social, podremos comenzar a reconstruir un país que transita niveles de desempleo y pobreza en cifras críticas”, agrega el documento de la CGT.
Asimismo, el Consejo Directivo Nacional agradece “a todos y todas aquellas ciudadanos/as que con, fuertes valores democráticos, acudieron a votar”. Y, el documento finaliza ponderando que la nueva etapa “es el inicio de un diálogo con TODOS para poner nuevamente el país en marcha y comenzar a reconstruir la Patria”.
UNIDAD
Es la palabra del momento junto con diálogo, consenso, paz social.
Desde que inició su campaña, Alberto Fernández pidió lograr un pacto social y se reunió con sindicalistas y referentes industriales. Todo con el objetivo de avanzar en ese sentido y lograr establecer bases de convivencia durante los primeros meses de gobierno que, estiman, no serán fáciles en materia económica y social. Asimismo, le pidió a los dirigentes afines y con quienes supieron sentarse a dialogar, que avancen en la unidad sindical. Un gesto más que una concreción.
Así las cosas, en el período de entre elecciones -pos PASO/antes del 27 de octubre- la CTA de los trabajadores, que lidera Hugo Yasky, tras el plenario nacional, realizado en el microestadio de Lanús, aprobó por unanimidad iniciar un proceso formal de unidad con la CGT, luego de haberse retirado hace casi 28 años.
La CTA nació en los comienzos del menemismo por diferencias con «Los Gordos» –denominación que nuclea a los grandes gremios de servicios como Sanidad, Comercio- y fue capitaneda por Víctor de Gennaro, Hugo Yasky y Pablo Micheli. En 2010 la Central se fracturó en dos: cuando Yasky se alineó al kirchnerismo y Micheli creó la CTA autónoma.
El proceso de unidad en la acción se vino dando en las calles a modo de resistencia a las políticas económicas del gobierno de la alianza Cambiemos, junto a la Corriente Federal de los Trabajadores -línea interna de la CGT- y Organizaciones Sociales. En tanto, ambas CTA apoyan a Alberto Fernández pero el sector de Micheli tiene retiscencias a juntarse con el sector de los gordos de la CGT – y a la inversa- de hecho, durante el Plenario de la CTA, hubo varios dirigentes de la CGT, pero faltó Daer.
“Si existe verdadera vocación de unidad, la CTA debe disolverse. Las puertas están abiertas para los sindicatos que se fueron hace muchos años. Eso nos fortalece”, disparó a este medio un importante dirigente cegetista vinculado a una Regional del Conurbano. Empero, desde la CTA no consideran disolverse, sino encontrar la manera de integrarse a la CGT.
En lo concreto, el Consejo Directivo de la CGT tiene mandato vigente hasta el 22 de agosto del 2020, después de esa fecha hay que ver en quienes deriva su conducción y cómo se cristaliza o no esa unidad proclamada.
“En este contexto, las bases están unidas y la dirigencia es la que debe recoger ese reclamo”, sostuvo otro dirigente de importancia dentro de la CTA autónoma.
“Como expresión de deseo se inició el camino, veremos cómo deriva, hay mucho por conversar”, definió ante este medio un importante dirigente de la Corriente Federal.
En tanto, otros dirigentes de renombre dentro del mundo sindical destacan “la unidad en la acción” pero anteponen “la unidad programática para que esa unidad se sostenga en el tiempo, independientemente de los gobiernos de turno”. Con todo, entienden que el proceso de unificación está atado a las disputas de poder que se dan, también, en el seno del movimiento obrero.
Así las cosas, desde el arco sindical creen que la unificación formal será difícil de concretar. El anuncio de la reunificación CGT-CTA fue un gesto, “una imagen de resistencia” contra las políticas del Gobierno nacional. “La unidad es el camino para sobrevivir el tiempo que nos toca”, expresó un dirigente de ATE a este medio.
Unidad más anunciada que formalizada.
