Días lluviosos, fríos, tristes. El mejor marco para explicar la realidad argentina. Desde que asumió el hombre de facultades delegadas y alteradas murieron 135 personas en situación de calle en el territorio nacional. Más inseguridad, más suicidios, más pobreza, más injusticia y menos alegría, esta es la ecuación que no resuelven los liberchorros.
El rubro pobreza avanzó hasta el 73 por ciento y una paritaria que no puede llegar al 4 por ciento trimestral. ¿La pregunta es el gobierno está equivocado, si no entienden nada o simplemente lo hacen adrede?
La respuesta está en los medios. Ellos se encargan de festejar cualquier estupidez de un hombre incapaz de estar cinco minutos sin mentir. En cadena se transmiten las miserias de los dirigentes políticos, la moralina de periodistas con sobresueldo y el consejo de empresarios que solo quieren el bienestar de sus negocios.
Profunda tristeza existe en la calle. Hombres y mujeres que entran a un supermercado para verificar que no pueden consumir. En las puertas de los almacenes, indigentes pidiendo una moneda para su última cena. Taxis vacíos, kioscos con un diariero y sin clientes, bares desiertos, shoppings con gente bien vestida que mira vidrieras y nada más, perros husmeando en la basura compitiendo con un hambriento y descamisados que recorren las arterias porteñas ofertando pañuelos o medias. El consumo desapareció al igual que el lustrabotas y la sonrisa.
Algunos afirman que este sufrimiento era necesario, otros lo aceptan por el mal gobierno anterior y solo algunos objetan a un tirano que luce una sonrisa perversa por el dolor ajeno. Es invierno, quizás el sol primaveral arroje un cambio en los rostros, pero solo por acción de la naturaleza porque el modelo impuesto por el padre de Conan no tiene un final feliz para las mayorías.
No hay mal que dure cien años ni cuerpo que aguante. Algún día estos hijos de Videla se llamarán a retiro, pero el mal lo hicieron. Miles de desocupados, cientos de familias que no tienen futuro, jubilados que ahorran la cena para pagar la luz y la mayoría de niños que no comen es el balance de estos Liber chorros.
Estos soldados de las corporaciones han saqueado el país para su entrega total. Y lo que es peor, han robado la alegría de un pueblo para que la oligarquía se congratule de servir a Satán.
La única herramienta que posee la gente es el voto en un sistema que ya no sirve. Usted, si milita el campo de la honestidad y la verdad ya sabe a quien no votar. Complacer al tirano lo convierte en cómplice. Luche por el futuro de sus hijos y no por el presente de unos pocos que hacen del sufrimiento popular su línea editorial. ¿No le parece?
