Inútil para todo servicio
Por Tito Crespo.
El libertario, en nombre de un cambio que no es tal, se expresa en las calles, en las redes y donde quiera llamar la atención, imitando a su amo, con un viva la libertad carajo.
Como simplemente es un idiota en sus dos acepciones, es decir, según los griegos el idiota era el que no tenía ninguna preocupación por el estado y la vida del ciudadano. Luego el término culminó en un insulto, solo hace idioteces.
Cuales son las idioteces. Anote, creer que el ajuste beneficia y lo grita a los cuatro puntos cardinales, llamar chorra a Cristina y aplaudir al honesto Macri, no entender que la desocupación lo puede secuestrar y no pedir rescate, no comprender que sus padres también serán perjudicados, festejar el congelamiento de salarios y jubilaciones, no importarle abonar cuatro veces más los servicios, pagar más impuestos a pesar que su amo declaró que se cortaría un brazo antes de subir un impuesto, etc, etc.
Es idiota no le pida que piense. El peronismo debe esperar, guarecerse, y al primer error atacar. Olvidarse de aquellos que votaron a Milei, son irrecuperables. Ese voto no sirve. El peronismo es otra cosa. Ejemplo, no tendría una tarotista como secretaria de presidencia ni una licenciada en familia, carrera de dos años, para manejar salud y trabajo. Tampoco el peronismo tendría tamaña cantidad de idiotas.
Votaron el cambio y habrá que explicarles que ganó ese que pensó que todo cambie para que nada cambie. La casta tiene más poder que nunca ya que podrá saquear las riquezas, vender las empresas del estado, empobrecer a la gente mientras un séquito de imbéciles aplaude sin llevarse un peso. Mejor imposible.
De todas maneras, Macri envió un mensaje amistoso a la vicepresidente y esta ya complota contra su jefe. Además, Mauricio dijo que le envíen calas a Javier y en sus planes no figura un loco presidente durante cuatro años. Los idiotas ignoran esto al tiempo que dibujan motosierras.
Llegó el cambio. Los jubilados la pasarán peor pero difícilmente cambien su forma de pensar. Los seguirán votando. Los libertarios dejarán de comprar pinturas porque no tendrán ni plata ni empleo. Juntos por el cambio seguirá tramando y los radicales, como siempre, trabajarán por el sanguche. Finalmente, nada ha cambiado, ¿no le parece?