Nadie entendía porque todas las causas contra Cristina las poseía Claudio Bonadío, ese nombre
que es sinónimo de juez corrupto y mediocre. Nadie explica porque cuando te dicen que vas a
una marcha lo hacés por un chori, nadie entiende porque una deuda nos encasilla por 100
años, nadie entiende nada. Sobre todo un prescindente o un ministro que dice que se crece
con ajuste, o hay que aguantar el hambre, remar la pobreza y observar la desocupación. En
síntesis, somos todos unos idiotas si no entendemos nada.
Es ahí cuando entran las matemáticas, y alguien que explique porque somos tan idiotas. Se
juntaron y se prestaron dos profesores , uno de ellos Adrian Paenza, para explicar porque el 90
por ciento de las causas contra Cristina caían en manos de William Boo. Resultado , después de
dividir causas por juzgados les dio que existen dos posibilidades en mil millones que el 90 por
ciento de las causas sean del gran Claudio o sea, en una palabra es trucho. Nos toman por
idiotas.
Siguiendo con las matemáticas, cuanto gorila suelto nos dice que vamos a una plaza aplaudir a
un líder por el chori?. Todos, absolutamente todos. Supongamos que el 9 de diciembre del
2015 concurrieron a aplaudir a Cristina 500 mil personas. Fueron más, quizás 700 mil pero
aceptemos el dato policial. Supongamos que todos fueron por el chori, o sea por un elemento
cárnico de 12 cm por 4. Multiplicando esa medida por la cantidad de personas y por su peso
nos da 65 mil kilos o sea 65 toneladas. Una camioneta Ford transporta un peso de una
tonelada o sea 65 camionetas o sea casi tres cuadras de camionetas todas estacionadas frente
a las cámaras de TN y estos que no dicen nada.
Si multiplicamos 500 mil chori por 50 pesos, el precio normal en calle del elemento
gastronómico, nos da 25000000 millones de pesos . Pregunta quien fue el que puso la plata
para comprar el chori. Ah, no contamos el pan que está mas caro y menos el vino o coca. O
sea, nadie va por por el chori.
Una deuda por 100 años que es fácil de pagar nos dice el gobierno, si pero esa deuda nos
obliga a escuchar al fondo hasta el año 2118, o sea ajuste por cien años nada más y nadie dice
nada. Nadie reclama por un William Boo que eleva causas contra Cristina porque robó una
mandarina en cuarto grado, nadie sospecha que son muchos choris para una manifestación ni
mucha deuda para decir, si señor, si señor. O sea somos unos idiotas.
Tampoco protestamos por 190 por ciento de aumento en los alimentos en una gestión, por un
presidente que no sabe hablar, ni por una jubilada que ahorra la cena para pagar la luz mas
cara del planeta y no puede comprar la leche con el precio mas alto del planisferio.
Si acusamos de robo a todo aquel que hizo crecer el país. No entendemos que Laura Alonso,
apenas con el secundario hecho, es una militante macrista que solo cobra un sueldo para no
trabajar y acusar por televisión a los k sin que el periodista que la enfrente no se le mueva una
pestaña.
Hay que ser idiota para dudar del voto. Hay que ser idiota para tirar el voto o para olvidarse
que existen hijos, nietos, amigos, vecinos que por nuestra idiotez pagarán por los siglos de los
siglos amen. Hay que ser idiota, compadre.
