FRANKESTEIN
Por Gabriel Princip.
Sin querer Macri transformó a Milei de un presidenciable para dentro de cuatro años en el
próximo presidente. Nunca imaginó la ayuda prestada, ad honorem, por Sergio Tomás y menos
aún por los medios hegemónicos.
El plan del círculo rojo local era Patricia Bullrich o Larreta. La idea era que cualquiera de los dos
que llegaran a segunda vuelta serían auxiliados por Javi y apenas ocurrirá el 22 de octubre, con
triunfo de juntos, una fuerte devaluación y un caos total. Consecuencias, Alverso renuncia y en
el desorden se acomoda la derecha furiosa.
Previendo el plan nefasto, Massa acuerda con Milei las boletas locales del gran Buenos Aires.
La idea era otorgarle concejales a la joven figura, pero con corte de boleta para Sergio. Tan mal
se hizo que de un candidato de veinte puntos posibles lo lleveron a treinta y quizás a la Casa
Rosada.
Desde este espacio lo anticipamos, luego confirmado por intendentes a la política on line.
Ahora el sistema está en problemas. La Bullrich tiene grandes problemas para superar a Massa
y este llegaría al ballotage, pero luego se las vería en figurillas para ganar.
Si dijimos que Alverso era Alfonsín, Milei es Menem. Entonces la película sigue de la siguiente
manera en caso de ganar el hombre de los perros. Fuerte devaluación, ajuste, estabilidad,
mayor desempleo, salarios y jubilaciones muy bajas con alguna posibilidad de salir de este
encierro en tres o cuatro años. Privatizaciones en forma rápida y barata estableciendo un país
para pocos. Como es probable que la gente no aguante, en cuatro años cambiará el signo
político como requiere la embajada y así sucesivamente sin salir de la pobreza hasta que
retorne Perón.
Vamos camino al pre peronismo. Menos derechos, más pobres, menos salarios y una
oligarquía con mayor concentración de la riqueza. Al más puro estilo conservador.
El gran culpable tiene nombre y apellido, Mauricio Macri. El gran fraude también tiene nombre
y apellido, Alberto Fernández. Uno saqueó, el otro no se animó y le firmó el descalabro
económico. Mientras Cristina miraba. El desastre fue gorila, pero en los diarios hacen cargo al
peronismo. ¿Es hora de volver a empezar, no le parece?