“Francisco nos decía que de los márgenes pueden nacer cosas nuevas”

Tras el impacto que generó la noticia del fallecimiento del Papa Francisco, Comunas abordó su figura política, su trascendencia para fomentar entidades sociales y deportivas, lo que evoca su recuerdo en el pueblo argentino, y también cómo se vive su pérdida en otros lugares del mundo. Puntualmente hablamos con Sabrina Lallitto, Alcaldesa de Casacalenda en la región italiana de Molise. La muerte de un pastor con olor a oveja lejos de los flashes de una capital.
Por Rodrigo Marcogliese
¿Conociste a Francisco?
Tuve el honor de encontrarme dos veces con el Papa Francisco siendo Alcaldesa. Escuchar al Papa Francisco en ese encuentro organizado por la ASMEL (Asociación para la Subsidiaridad y la Modernización de los Entes Locales) fue un momento que llevo dentro de mí. No sólo fue emocionante a nivel personal, sino también muy concreto en términos de mi trabajo representativo.
¿Qué te dejó ese encuentro?
Me impactó profundamente cuando habló de la cultura del descarte, porque me siento interpelada, administrar un pequeño Municipio en un territorio interno, a menudo olvidado, significa lidiar con esa realidad todos los días. Pero el Papa también nos decía que precisamente de los márgenes pueden nacer cosas nuevas, que allí hay energías que el sistema no ve, pero que son vitales.
Esto me dio un empujón extra para creer en mi territorio, para no resignarme a la despoblación o la falta de recursos. Me hizo comprender que nuestro trabajo no es sólo gestionar, sino cuidar a las personas, el medio ambiente, las relaciones. Y entonces me quedó un bello pasaje “que un alcalde debe tener coraje y prudencia, pero también ternura”. Aquí intento llevar esta ternura a lo concreto de las cosas, a la cercanía a la gente, a la escucha, incluso cuando no tengo todas las soluciones. Porque al final, ahí es donde realmente se construye el significado de nuestro servicio.
¿Cuál crees que será su legado?
Como muchos otros, yo amaba a Juan Pablo II y muchos pensaban que ya no podía haber un Papa tan grande, pero en cambio la providencia nos envió a Ratzinger y luego al Gran Francisco, “el Papa de los últimos”. Será difícil recuperar a alguien con tanta cercanía con los de abajo, los que están en las periferias físicamente pero también socialmente, Francisco llegó a Molise en 2014, a nuestra Región, la última entre las últimas. Será difícil encontrar otro como él.
Todos rezamos por él, la gente se reunirá en las calles para recordarlo, en todas las comunidades. Sólo un Santo podría realizar ese milagro de unión. El Papa siempre ha estado cerca de los más desfavorecidos