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FERNANDO BUEN ABAD: “Milei, Insultos y Crisis Social: Un Tejido en Riesgo»

 

Por Gabriel Russo   –

El destacado filósofo, Fernando Buen Abad Domínguez, escritor y cineasta conocido por sus aportes en comunicación, semiótica y estudios culturales,  es el invitado de Comunas.  Su profunda visión académica  cimentada en sus aportes en comunicación, semiótica y estudios culturales, nos permite entender el  negativo impacto  de los insultos del presidente Javier Milei, desde que asumió el poder,  embistiendo contra dirigentes, legisladores,  organizaciones, periodistas, y  la sociedad en general. Desde su perspectiva,  Buen Abad considera que Milei “insulta la inteligencia de los interlocutores y la propia historia de un país como este, que alguna vez fue conocido como la Atenas de América”.

“Nada de eso que dice Milei o que hace Donald Trump, como lo escuchamos anoche, sería ni siquiera posible si hubiera una potente corriente de opinión humanista, de valoración de lo colectivo, de la dignidad cultural de los pueblos-valoró Buen Abad,  autor de varios libros, como Filosofía de la Comunicación y Filosofía de la Imagen,  y con un  sólido  trabajo  sobre la producción mediática, la hegemonía cultural y la «batalla de los significados» en la sociedad desde una perspectiva crítica y emancipadora.

Hay consultoras que contabilizan los insultos de Javier Milei desde que asumió la presidencia, y dicen que hay tres insultos por día contra dirigentes, organizaciones, periodistas, etcétera. ¿Cómo impacta esto en el tejido social? ¿Es natural todo esto?

Primeramente, me parece que esas cuentas son muy cortas, porque el concepto de insulto podría extenderse a una tipología bastante amplia. El insulto es una predicación directa, aludiendo a ratas o roedores, o ensobrados, algunos en fin podrían constituir una tipificación específica del insulto. Pero después, la propia actitud, el gesto y la actuación con la que Javier Milei se dirige a distintos sectores, ya conlleva otras formas de insulto que tienen que ver con el desprecio, la subestimación y con la lógica de creerse superior.

“Este supremacismo doméstico que tiene histrionismo,- continuó explicando el académico-,  a mi entender, constituye otra forma de insulto,  porque insulta la inteligencia de los interlocutores y la propia historia de un país como este, que alguna vez fue conocido como “la Atenas de América”. Insulta la tradición de muchas luchas sociales que han reivindicado baluartes humanísticos excepcionales para Argentina, América Latina y el mundo.

“De modo que, con los modos y el histrionismo de este presidente, hay un repertorio enorme de insultos que me parece difícil de contabilizar. El ritmo con el que los produce, instala una especie de familiaridad y un morbo, porque hay más de uno que espera todos los días saber con qué novedad sale este señor a ofender a las instituciones y a la historia de la construcción de un Estado. Un Estado-  precisó  Buen Abad-,  que ha sido como este y como todos los que corresponden al tiempo posterior a la Segunda Guerra Mundial, es decir, lo que implica un aparato de Estado con legislaciones, construcción del derecho y ampliación del derecho. Todo eso, dice él, hay que destruirlo, y me parece que ya constituye un insulto a la historia misma de la humanidad.

—Uno escucha hablar a Milei y cree que busca la total desintegración de la Argentina. ¿Hay anticuerpos para evitar esa desintegración?

“Los ha habido históricamente, porque el primer ejercicio de este corte que vimos nosotros al final de la Segunda Guerra Mundial,  fue una reposición política internacional en la que la experiencia del nazifascismo se acudió de inmediato a la redacción de la Carta Universal de los Derechos Humanos, en la que se reivindica, en primer lugar, la dignidad de las personas, la propia defensa por la libertad de expresión, que no es solamente poder publicar cosas, sino poder construir la expresión misma a partir de la educación en el sentido institucional y la educación que proviene incluso de la familia.

“Hay un documento- reiteró el estudioso-, que es de aceptación oficial incluso, que es esta Declaración Universal de los Derechos Humanos, que por supuesto necesita una actualización hoy por hoy, ajustes y ampliaciones, pero que, a mi entender, es una forma de contestar a la barbarie, irracionalidad y monstruosidad macabra que produjo el nazifascismo y que encontró el camino político para reponerse a esa barbaridad.

“El asunto es que los que tienen poder, fuerza, voluntad y juicio crítico hoy en la Argentina y en el mundo entero,  estamos padeciendo un drama gravísimo de desorganización y desarticulación. Nada de eso que dice Milei o que hace Donald Trump, como lo escuchamos anoche, sería ni siquiera posible si hubiera una potente corriente de opinión humanista, de valoración de lo colectivo, de la dignidad cultural de los pueblos.- señaló en tono crítico – “Esto sería imposible si hubiese un frente potente capaz de frenar esas cosas”

“No obstante, -acotó-, la combinación de lo más perverso es que estos personajes, incluyendo a Bolsonaro y Milei, hacen de las suyas en la medida en que las llamadas oposiciones guardan silencio, no instrumentan respuesta, no hay contraofensiva dignificante hoy por hoy que seduzca, que convenza en la tarea de construir un relato dignificador. No digo que no haya voluntades, – aclaró Buen Abad-, lo que digo es que hoy por hoy eso se ve vacío, y todo vacío lo llenan ellos con cualquiera de sus barbaridades.

—Uno conoce la historia de los dictadores, pero en el tiempo presente, ¿hay parecidos de Milei con Mussolini y Hitler?

“Hay algunas similitudes en su discurso, hay algunos alientos que podrían hacer coincidir estipulaciones y no pocas alusiones, pero no hemos llegado todavía a la instancia cruda y dura de una similitud.   A mi entender, lo que tenemos es la emergencia de una expresión proveniente de cierta desesperación de las oligarquías del mundo, porque hay que decir que ellos están padeciendo una anorexia intelectual gravísima.

“Hoy no tienen referentes intelectuales como en otro tiempo, cuando hubo pensadores que daban soportes, relatos, incluso argumentos y teorías con los que uno podría estar en total desacuerdo y, no obstante, reconocer que había una dosis de erudición, construcción de silogismos medianamente profundos- argumentó el estudioso-

“Pero hoy estos personeros son incapaces de articular una idea que medianamente convenza de alguna respuesta a las necesidades de la humanidad. Por eso digo que es una anorexia intelectual muy grave, y a lo que acuden es,  a estos recursos de pacotilla que son insultos, parafernalias hasta tontas, porque nadie que tenga un dedo de inteligencia aceptará nunca que eso valga como expresión de un estadista.

“Sí creo que hay que poner en contexto que la propia crisis que está viviendo el capitalismo a nivel mundial, en términos de su propia plataforma teórica e incluso filosófica, es lo que da cabida a personajes como estos.

 —En los últimos días, Milei alcanzó la tapa de diarios norteamericanos y europeos por la criptoestafa. ¿Crees que impactó en la cabeza del tipo libertario, del votante?

“En algunos sí ocurrió, me parece.. Hay sectores que, incluso con un pensamiento muy conservador, hasta simpatizantes con esta corriente del anarcocapitalismo, también tienen límites. En algunas conversaciones y exposiciones, incluso universitarias y académicas, uno escucha en algún punto, lo fraudulento o corrupto, lo tóxico de esta clase de maniobras para quedarse con dineros ajenos, y que  tiene el parecido que tiene con cualquier forma de corrupción. Y ahí sí creo que hay un rechazo, incluso en los propios. También es cierto que hay sectores que están impermeabilizados y no recibirán ni siquiera una dosis mínima de autocrítica,  incapaces de construir una reflexión, por lo menos profunda o sensata. de cuál es la moral, cuál sería la ética de su movimiento. Y son dos baluartes de la conducta social que en ellos están totalmente ausentes.

— ¿Está de acuerdo en que a mayor ignorancia, mayor fanatismo?

“No lo sé, porque conozco pueblos que no tienen ilustración ni formación como entendería Occidente la cultura, sin embargo, no aceptan ni caen en estas circunstancias del fanatismo como esto que vemos, tan destructivo, tan individualista y también tan ególatra. En comunidades, por ejemplo, indígenas de Mesoamérica, más de uno que no tiene esa herencia de concepto de cultura de ilustración o de educación occidental, tiene la propia, proveniente de cinco grandes civilizaciones mesoamericanas. Ahí, estas pataletas individualistas y de exhibicionismo tan tonto no tienen cabida, porque hay una concepción de vida comunitaria que eso no lo admite.”-concluyó el experto en semiótica,   autor de una teoría conocida como «semiótica crítica», que analiza las estructuras simbólicas y su relación con la dominación de clase.

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