FEDERICO GONZÁLEZ: “Hay que observar, esperar y después juzgar “
Por Gabriel Russo –
El panorama que vive la Argentina después del triunfo de Milei sigue estando bajo la lupa del analista y consultor Federico González de la homónima Consultora, quien comparte, con cautela, sus reflexiones, recomendando observar, escuchar esperar y después juzgar… “Creo que hay que darle tiempo al hombre”- dijo Federico aludiendo a Milei y ubicando las expectativas de la gente entre la preocupación y la esperanza.
Hace una semana atrás cuando te consultaron en el programa de Cuneo, dijiste que tenías 12 puntos a favor de Milei. Ahora vas a tener que medir el grado de popularidad de Milei que va a empezar a descender. ¿O no?
Depende de lo que haga, puede ser que baje o que suba.
Recién hablamos con una diputada libertaria que ya está en contra.
Y bueno, siempre hay alguno que queda un poco herido, algunos con razón, otros más o menos…Pienso que hay momentos que hay que observar, escuchar y esperar y después juzgar. Claro que las reglas del periodismo y la ansiedad de querer saber, hacen que uno se precipite en la conjetura, la elucubración y la sentencia.
No quiero ser un optimista naif, en realidad podría ser peor todo, pero escucho muchas especulaciones en estos días, y para mí hasta que no esté formado el Gabinete, el acuerdo de gobernabilidad y se manden las primeras medidas, todo me parece que es ejercicio del pensamiento que siempre está bien, pero que no sabemos nada.
Lo que pasa es que tenemos un anticipo, si el gobierno de Macri en mi opinión fue negativo, y este es el segundo tiempo y te anuncian ajuste, no le veo la parte positiva.
Hay muchas cosas que suenan parecidas, pero después son distintas. Si uno tiende al análisis histórico y a la comparación inmediata y además, por ahí digo es infinitamente peor, Macri a los tumbos duró cuatro años, y a este se le complica antes, pero no los abemos, para mí en análisis político- es opinión personal, y tendemos a ‘fetichizar’ las palabras “plan” y “ajuste”, es como si fuera algo esotérico o religioso. Si tiene plan o no lo tiene, si hace ajuste o no lo hace.
Massa decía que tenía hoja de ruta. Depende contra lo que se le compare. Hay algo muy importante en todo orden de la vida que es la implementación. En esto me considero un experto.
Soy francotirador de ideas pero nunca te realizo ninguna – puso de ejemplo-porque todas las veces que las quise implementar fui bastante chapucero y por ahí las ideas eran buenas pero no las supe implementar.
Y al revés, hay algunos que tienen ideas mediocres pero son buenos implementadores, entonces creo que hay que darle tiempo al hombre.
La realidad a veces te sorprende, y no a veces para mejor- consideró el analista-, te sorprende para peor o para igual, pero de otra forma. Por ahí el hombre termina fracasando pero de una manera distinta a la que nos imaginamos.
Yo creo que está armando su equipo, no debe ser fácil. Obviamente el hombre no tiene experiencia. Por ejemplo esto de Caputo es improvisación, es que a la hora de los papeles Milei arrugó y tampoco él sabe lo que hay que hacer con el tema de las Leliqs, o la tiene clara pero a veces necesitas tener confianza en alguien que sea más técnico.
Una cosa es saber, y la otra trasmitir al que lo va a hacer. O al final no tenías nada claro y no sos ningún estratega sino que en realidad la delegas a un intérprete.
Es una de cal y una de arena. Yo no entiendo nada de economía, solo lo que entiende un ciudadano medio, pero a mí Caputo me parece un timbero.
El creó las leliqs…
Y por eso, si Milei sabía de Economía, y ¿nos deja en manos de un timbero? Por ahí no es un timbero, y en el momento de Macri no había nada que hacer, o no fue culpa de él, y ahora es un fenómeno.
Insisto, me parece que hay que dejarlo actuar al hombre, no te digo un año, que nos inmolemos, pero darle unas semanitas, ver con qué equipo llega y en su discurso inaugural qué dice, y en los dos lunes siguientes qué paquete de leyes manda al Congreso y cómo va a ser ese Congreso.
Esperemos que se cumplan tus palabras, vamos a tener fe…
El otro día estuve en un programa que dije son dos extremos: el optimismo naif (que todo va a andar bien); y el otro es que todo va a andar mal es la sentencia dramática.-. Pero en el centro están las expectativas, son dos, la de más esperanza y menos preocupación y la de menos preocupación y más esperanza.
Lo que pienso es en lo que están con más esperanza que preocupación, que estaría bien que se preocupen un poco. Ahora, los que tienen más preocupación que esperanza, les diría muchachos, tengan un poquito de esperanza porque, por ahí funciona…concluyó Federico González.