Explicaciones
Por Simón Radowistky.
Arturo Jauretche solía explicar la cantidad de gente que decía trabajar y eran solo comisionistas que sin sudar ni invertir ganaban mucho más que aquellos que trabajaban en serio. “Acérquese usted, decía el vasco, a uno de esos escritorios, a la mesa de uno de los restaurantes o de los bares en que se reúnen y los oirá a todos, unánimemente, coincidir en que el obrero no produce y que hay que tomar medidas para hacerlo producir, mientras negocian cosas que no han producido y en cuya distribución efectiva no intervienen”.
Haga usted un estudio personal y rápido para saber quien produce lo que se produce y cuanta gente de más existe en la cadena de producción que aumenta el costo y hace muy difícil la vida de cada habitante de este país ubicado al sur de la república de Bolivia.
En la década del 60 un jugador de futbol negociaba su sueldo con el presidente del club y cobraba un sueldo acorde con su trabajo. La relación era entre dos personas. Hoy un club tiene un gerente que se antepone al técnico, gestiona pases de deportistas por millones sin importar la opinión del presidente ni la del entrenador, lo importante es la moneda. A su vez el jugador envía a su representante para que firme contratos millonarios que seguramente no cumplirá porque jugará dos partidos bien y querrá irse a Europa por el bien de su familia.
Conclusión, los millones en danza provienen de lugares de la economía que no se pueden mencionar, lavado, el jugador besa todas las camisetas, el presidente hace caja para él, el representante y el gerente también y el único que produce es el deportista, ¿o me equivoco? Un municipio puede ser otro ejemplo. Antiguamente se contrataba empleados municipales para que realicen el trabajo diario que la comunidad precisaba. Hoy se terceriza los jardineros, la recolección de basura, la limpieza, la seguridad y solo trabaja la administración. Y cuando se terceriza se paga de más a empresas que abonan sueldos miserables donde un porcentaje termina en el contratante.
Otro claro ejemplo de la desorganización nacional es el servicio eléctrico. El habitante paga impuestos, con eso el estado contrata empresas que realizan el servicio, pero no son las mismas que distribuyen, estos últimos podríamos prescindir y suplirlos por el estado. Sin embargo, son los que encarecen el servicio, ¿no es cierto Manzano?, ¿no es cierto Daniel Vila?
En el siglo 20 el servicio era más eficaz y el trabajo lo realizaban menos personas que eran empleados del estado. Jauretche tenía razón cuando hablaba del coimisionista. Alguien dirá que el comentario es una antigüedad. Hoy existe una burocracia espantosa en el estado que debemos mantener. Pero el sector privado también financia sueldos prescindibles: consultoras de todo tipo, representantes de todo color, y un sector de la producción que lo único que produce es ocio a cambio de dinero. Por esta razón, El costo de vida aumenta a pasos agigantados mientras que los salarios siguen tan congelados como la economía, no le parece?