ERIC CALCAGNO: “Este gobierno tiene por objetivo hacer que los argentinos sean extranjeros en su propio país”
Por Rodrigo Marcogliese –
Es fruto de una familia de destacados intelectuales, su abuelo fue rector de la Universidad Nacional de La Plata, su padre, un reconocido investigador de CEPAL entre otras instituciones multilaterales. Eric Calcagno, peronista de fuerte raigambre, fue diputado, senador y embajador en Francia. Hoy charla con Comunas sobre el posicionamiento argentino en el plano internacional, y deja advertencias claras de la entrega paulatina a la que estamos siendo sometidos bajo el gobierno de Javier Milei.
Han pasado cinco meses de aquella afirmación tuya :“Milei quiere llevar a Argentina a la guerra”; que imagino no te arrepentís para nada o que no le cambiarías ni una letra… ¿Cómo analizar vos que estamos en el plano internacional?
Me encantaría arrepentirme. Mira, parece que hay un plan necesario para la política económica de Milei que es de alineamiento con los Estados Unidos, con el Reino Unido, y con el Estado de Israel; ese alineamiento automático hace, por ejemplo, que contrariamente a las leyes vigentes, la embajada argentina pasa de Tel Aviv a Jerusalén. No es legal porque la embajada nuestra en Israel fue una ley de Perón que la fijó Tel Aviv, por lo tanto, hacer estas cuestiones de facto no solo es contrario a nuestra legislación, sino que también perjudica mucho el reclamo de Malvinas.
En este caso hay que pensar, no es que Milei no lo vio, es que Milei lo hace porque perjudica nuestro reclamo por Malvinas. Cuando Milei manda el oro de las reservas argentinas que pertenecen por último a todos los argentinos, de algún modo es propiedad de todos nosotros, y lo manda Londres donde pueda haber riesgo de embargo, no es un error, lo manda para que se embargue, es ahí donde uno dice; bueno este es un gobierno que tiene por objetivo hacer que los argentinos sean extranjeros en su propio país.
Este gobierno busca siempre representarse en imágenes, o busca espejos; para adentro busca el espejo Menem, y para afuera pareciera que busca el espejo de Bukele; de hecho lo invitó acá a la Argentina para que venga con su comitiva ¿pensás que se puede dar algo así como una bukelización de la Argentina?
Es que eso se está dando parcialmente, no solo por cárceles abarrotadas sino por una criminalización de la protesta social; es decir, la realidad de El Salvador – como el propio Bukele dijo es muy diferente a la Argentina. Allá es el fenómeno de las maras y esos gánster que se fueron a los EE.UU; y después EE.UU. los devuelve a sus países de origen donde reproducen las mismas conductivas delictivas en general ligadas al narcotráfico, el lavado de dinero y otros asuntos.
Lo que pasa es que aquí (En la Argentina) no se va a tratar de combatir las maras, se va a tratar de combatir a los movimientos sociales, a los partidos políticos, a las mujeres, a las diversidades, a los niños, lo vimos recién cuando gaseaban a una chica de 10 años; y eso es extremadamente peligroso, y por eso mismo al decir hace unos meses que Milei va a la guerra, necesita un estado de guerra , un estado de excepción para poder imponer su política económica. Esto es la dictadura por otros medios, pero son los mismos objetivos que 1976.
Hablando de cómo Argentina está perdiendo soberanía adentro, a partir de lo que hace aquí (Milei) que repercute para otros países, por ejemplo el caso del radar instalado Tolhuin en Tierra del Fuego…
Lo que le está haciendo ese ceder soberanía popular, a la soberanía de mercado, en lugar de Tolhuin o las explotaciones que pueden hacer de los recursos naturales las empresas monopólicas locales o las extranjeras ya van a ser regidas por otras leyes en otros juzgados en otros países. Es decir de a poco lo que se está haciendo es horadando la propia institucionalidad en la cual si uno quiere sacar el radar de Tolhuin o recuperar los recursos naturales, ah no, tiene que ir a litigar a Londres o a Nueva York o algún otro lugar por eso te decía que nos estamos convirtiendo en extranjeros en nuestra propia tierra- Y para cerrar, diría que he tenido más suerte en la predicción como Casandra que en la persuasión.