Por Rosa Parks.
¿Cuántas veces hemos escuchado que el país está en crisis y debe endeudarse? También siguiendo el relato, para pedir deuda hay negociar con el FMI y ya sabemos que aparte de tener una pesada mochila en las espaldas, siempre se termina mal. Y lo que pasa en la Argentina se repite en cada país que acuerda.
También sabemos desde que Domingo Cavallo lo hizo público, quien solicita la deuda tiene un 2 por ciento de comisión, en los tiempos de Onganía era 3, entonces imaginemos cuanta moneda terminó en los bolsillos presidenciales y en forma legal, bajo el asiento contable comisión deuda externa.
También sabemos que Perón, Isabel, Néstor, Cristina e Illia jamás pidieron un dólar. Es aquí que no se entiende el apodo de chorra para Cristina, si es tan así, ¿por qué no pidió deuda como Mauricio? No discutía causas irrelevantes, era tapa de Clarín y todo el sistema contento, eso sí, el pueblo entregado como ahora.
Pero en detalle, ¿Conocemos cómo son los acuerdos con el FMI? ¿Cómo se llega a la entrega del país y ser políticamente correcto con la frase “estamos integrados al mundo?
Hoy el planeta sufre un cataclismo económico, combinado con guerras regionales que asolan Europa, Asia, África y América Latina, está gestando la tormenta perfecta que permita destruir los estados nación soberanos. La reacción será igual de globalizada y devastadora.
En su obra “Fuera de Control”, Daniel Estulin agrega: “Lo más importante, las políticas de control demográfico se han convertido en un requisito clave para el desembolso de préstamos de ajuste estructural (SAL , por sus siglas en inglés)por parte del Banco Mundial y el FMI en el marco de sus programas de Ajuste Estructural (PAE). Entre los requisitos de los PAE suelen figurar, además de la devaluación, la liberalización y la privatización de las economías nacionales y de los sectores sanitario y educativo, políticas de control demográfico. El imperativo primordial de estos programas internacionales es reducir el crecimiento demográfico de un modo tan rápido y “rentable” como sea posible”.
¿Se alcanzó a comprender? En diciembre del 2015 teníamos el 93 por ciento de la deuda paga y regía un modelo nacional inclusivo donde las mayorías estaban contempladas. La actualidad nos lleva a decir que ya tenemos 170 mil millones de dólares solicitados por el actual gobierno, donde el 14 por ciento del presupuesto nacional es para el pago de intereses de deuda.
Entonces la pregunta es ¿cómo se llegó a esto en medio de una grieta miserable y profunda? La respuesta es simple y dura, la derecha creó las condiciones para una crisis económica, destruyó el sistema financiero nacional, desreguló en forma violenta, generó conflictos laborales y sociales y de inmediato ofrece préstamos de ajuste estructural a los supervivientes a condición de que sigan políticas maltusianas y contribuyan a hipotecar el futuro de su sociedad. En ese contexto, el gobierno dijo presente, «yo me anoto en la entrega».
Entonces queda claro que las corporaciones tienen como objetivo primario hacerse de las riquezas naturales del planeta y objetivo final controlar y reducir la población mundial. Para lograr ambas metas abren varios frentes pero siempre comenzando con la invasión física o ideológica de territorios determinados para luego crear crisis económicas y terminar ordenando a los respectivos ejecutivos la entrega de sus sociedades. En concreto, esta es la historia actual, en el medio los disfraces y las pantallas. En lo cotidiano, aparecen los medios dominantes para deformar la realidad y establecer trampas políticas, económicas, sociales y laborales donde el pueblo inocentemente cae y termina pidiendo la llegada del verdugo y este como corresponde a su profesión terminará guillotinándolo.
Ahora podemos entender el interés fanático del gobierno de pedir deuda a diario y al mismo tiempo saber que los gobiernos peronistas son los únicos que no establecieron deuda alguno y que no entregaron a su pueblo.