El mundo cibernético
Por Kurt Winkels.
El presidente llegó por las redes. El Instagram, el facebook, el chat y la inteligencia artificial. El androide, el robot y el whatasap. Todo el mundo habla de lo mismo. Te mando un audio, te mando un mensaje pero que no sea muy largo. Términos que en los confines del siglo anterior se hablaban en alguna charla, pero como novedad, hoy es rutina.
Explicar cada concepto es hasta tortuoso, pero si podemos desenmascarar parte de esta gran trampa llamada evolución que en el barrio le decimos recolonización. La diferencia entre la historia y la actualidad es que antes un país conquistaba a otro por las armas, hoy una corporación conquista a un país gracias a la tecnología y lo aceptamos con gusto.
Ejemplo, el llamado me gusta o like en el Facebook. Esta lógica fue convirtiendo a los seres humanos en mercancías preocupados día a día, hora a hora, minuto a minuto, por el número de visitas que sus publicaciones tienen en las redes. Esa alienación, propia de la biopolítica del capitalismo en la cuarta revolución industrial crea una nueva ética. Cuenta Aram Ahoronian que esta ética es “de especial importancia para la sociabilidad del metaverso, expresada en separación artificiosa entre realidad tangible y realidad virtual, o sea una ética dual”.
Por su parte, en la obra “El asesinato de la democracia” se puede leer: “que, si entendemos que la biopolítica como la alienación en cada acto de la vida, tendríamos que señalar que en la cuarta revolución industrial se están generando nuevas formas de disociación que no solo alteran los valores, sino que modifican la ética humana que había caracterizado el capitalismo industrial.
Traducido, estamos en manos de una tecnología que propone el nuevo orden mundial. Los integrantes de este equipo son los componentes de las familias de elite que tienen como empleados a los millonarios tecnológicos y al sistema político. Los dueños de las grandes corporaciones se alinean en el club Bilderberg y tienen de compañero de banco a quienes gobiernan los estados.
El plan tiene un objetivo final, es llevar a los estados nacionales a tiempos de la edad media, donde un reino era un castillo y habitantes que cambiaban comida por impuestos. Para llegar a imponer este retroceso es necesario que nos gobiernen humanos sin sentimientos, ejemplo la ultraderecha y que las mayorías aceptan que un celular es su vida. Controlados y gobernados a través de la mentira, los virus y las guerras es muy fácil completar la hoja de ruta de las corporaciones transnacionales.
El problema que hoy tenemos es seguir hablando de redes y ponernos contentos por un like o un video. El panorama no es color de rosa a menos que el humano entienda que el futuro es el pasado. Quizás después de una tercera guerra mundial, como dijo Einstein, la cuarta guerra será con palos y se vuelva a cero y a empezar de nuevo, ¿no le parece?
