Según la inteligencia artificial el mejor gobierno de la historia argentina fue el de Juan Domingo Perón.
Ese hombre que colocó una bisagra en el devenir nacional supo gobernar con inteligencia y alegría, por esa razón pasó a la historia.
La oposición, en cambio, dejó publicado en los medios hegemónicos que fue un dictador, su esposa una cualquiera y su gabinete una banda de corruptos. El tiempo demostró, una vez más, que la prensa mintió.
El actual presidente supo escuchar a un asesor que le dijo “hacele caso a Hobbes, dale”. Thomás Hobbes, filósofo inglés reveló que la mejor forma de gobernar es mediante el miedo. De esta manera, se tiene el control de la población. Si a Hobbes le sumamos Maquiavelo que con su célebre frase “el fin justifica los medios”, el Javo no deja títere con cabeza.
El argentino eligió un presidente que se convirtió en tirano mientras que la oposición pasó de ser un conjunto de intelectuales a un grupo de miserables cobardes. Con ese panorama el padre de Conan saquea y hambrea pero sus acólitos le llaman gestión.
En junio fue la ley de bases y la extorsión era que si no se votaba no habría dinero para los gobernadores. La ley de entrega se votó con gobernadores arrodillados y la moneda alcanzó para el pancho y la coca. El turno en estos días es la posibilidad de que el ejecutivo siga endeudándose. Por supuesto que la moneda de cambio es la habilitación del presupuesto 2025.
Públicamente no se comentaba, pero el «uno» dijo que si no le votaban la reforma, el presupuesto será igual al 2023. Esto significa renuncias en cadena de profesores, médicos, policías y demás empleados públicos que son útiles a la sociedad. Más deuda significa lo mismo.
El país terminó y la gran crisis se inició cuando Macri solicitó un préstamo del cual el 80 por ciento se fugó. El acta de defunción lo firmó Alberto con el acting de Máximo y la postura juvenil del ministro Guzmán, hoy hombre de George Soros.
Hoy Milei desgobierna con la promesa que en 15 años seremos Irlanda y en 35 Alemania. Ningún periodista preguntó qué Irlanda y qué Alemania. Hasta donde sabemos Irlanda pertenece al Reino Unido y la otra ya no es ejemplo. Y Alemania puede ser la otrora Oriental o la actual que gracias a la OTAN comenzó su camino de decadencia.
La extorsión sigue gobernando. Los cobardes gobernadores le votarán todo y el nefasto agrandará la deuda, hará un asado para sus héroes, pero algo inventará para que halla un presupuesto que siga empobreciendo a la población. Usted sabe cual es el camino. Ese dirigente políticamente correcto tiene un vencimiento. Acordar con el enemigo significa rendirse. Por eso la épica debe resurgir, basta de acordar con Satán. La salida es insistir, resistir y plantarle cara al tirano del siglo 21.