![](https://www.agenciacomunas.com.ar/wp-content/uploads/2025/02/milei-.-mago-780x444.jpg)
Cuántas veces nos asombramos ante un acto de magia? No podemos entender cómo ante nuestra vista un hombre le solicita a su secretaria un pañuelo rojo y lo convierte en azul o una paloma que creemos que es un conejo o cómo la blonda acompañante fue serruchada y luego sale entera e ilesa. La respuesta es muy simple, no se trata de magia sino de ilusionismo.
Para provocar el asombro siempre el mago en cuestión distrae a la concurrencia con un comentario o cualquier hecho que no tiene que ver con el acto a practicar en breve.
Eso es Milei, un ilusionista. Sabemos todo que nos va a estafar, saquear con un acto de malestar, algo que provoque que el recordado bienestar sea solo eso, un recuerdo. Claro que para que nosotros comencemos a perder derechos y poder adquisitivo primero tiene que provocar un acto distractivo.
¿Cuál será ese acto? Hablar pestes de los gays, de los peronistas, de los boquenses, de los macristas, del Papa y todo aquello que nos haga caer en la trampa por semanas. Entonces nosotros organizamos marchas por estudiantes, jubilados, gays, todas con griterío y fragmentada. Mientras nosotros organizamos la marcha que no cambiara el modelo económico aumenta nafta, alquileres, alimentos en forma incesante. El acto ilusionista se
practicó, se habló de los gays y no te diste cuenta que va por la disolución del país.
Claro, usted se preguntará que se hace, que hacemos. Usted tiene la idea que la lucha es copar la calle, insultar por radio o pelearse con el vecino. Los tiempos han cambiado. Menem cuando planteó su modelo económico la CGT amenazó con un paro. Allá a lo lejos y en el tiempo el fallecido presidente dijo “pueden hacerme mil paros que el plan se cumplirá”. Y el plan se cumplió. No solo eso, Menem fue reelecto y gobernó por diez años.
Conclusión: el camino opositor elige, a sabiendas, un camino que solo es funcional al gobierno. Alguien pensará: “bueno vos que la sabes todas decime que hago”. La respuesta es hacer lo distinto. Si la ocupación de la calle constituye un acto folclórico sin resultados positivos elijamos otro camino, probemos, quizás resulte.
Y uno propondrá, si hay elecciones no elegir a ninguno que haya sido funcional a Milei, si no hay ninguno el voto es blanco y punto. Y en el mientras tanto quieren marchar, quieren gastar las zapatillas, bien la casa de un traidor en una idea para empezar, tribunales, otra, pero nada que ya se ha hecho. Los mejores se distinguen por diferenciarse y repetir un hecho que haya fracasado no es bueno. Aunque uno diga que protesta de esa manera y no se le ocurre otra.
La marcha por la universidades, por el jubilado, por el gay son protestas fragmentas. Disuelven el país y en este estamos jubilados, trabajadores, ricos, pobres, todos. A defender a capa y espada el territorio y esto se hace con distintos. Ellos no ponen miedo, nosotros no debemos movernos de las convicciones, de la lucha, de las ideas, no somos todos iguales. ¿No le parece?