
Santiago Caputo se transformó en el monotributista más poderoso del gobierno. El último fin de semana patoteó a un diputado, una semana antes nos mostró quien es en realidad el hijo de Viale y ni hablar del protagonismo asumido en el cripto-gate.
Gracias al accionar del sobrino del ministro de economía y primo de aquellos que financiaron el atentado contra Cristina, aquellos que creyeron ingenuamente en el prescindente poco a poco perciben que fueron utilizados.
El último gobierno de Perón tuvo un hecho positivo que fue el no sentarse a la mesa con el FMI, labor que hiciera el proceso militar, pero dos figuras nefastas. Uno fue el mejor amigo de Videla, que preparó el terreno para el golpe en el sentido económico y, fue Celestino Rodrigo y otro el brujo López Rega. El asesino de la democracia.
Atención con Santiaguito. Su tío puede hacer el papel de Celestino y él se vestirá de Lopecito. Al brujo nunca le tembló el pulso, a los Caputo tampoco. Milei se cree invencible y conformó un triangulo de hierro que pronto se puede transformar en un metal mas maleable, algo así como el estaño. Karina sigue viajando, pero su apellido es
protagonista en los bufetes que tratan de probar la estafa del siglo según Forbes.
Milei sigue hablando con Conan y dando vergüenza. Y Santiago utiliza al Gordo Dan y las redes para amenazar a todo el arco político.
López Rega era un triste cabo, con estudios primarios. El sobrino Caputo no tiene carrera universitaria ni conocimiento alguno salvo el de amedrentar diputados. La historia se puede repetir.
Por eso hay que estar atento a la familia Caputo, todavía pueden hacer más desastres. ¿No le parece?