El cuento de siempre
Por Dany Wilde
Argentina tiene riqueza, o sea es un país rico. África es un continente con riquezas, o sea es un continente rico. Todo es una falacia. Argentina es un país pobre, a pesar de su naturaleza. Por el contrario, Gran Bretaña, Japón, Alemania y el resto de las potencias no poseen riquezas naturales sin embargo son imperialistas y nada les falta.
Hoy se habla del litio, del nuevo oro, de Vaca muerta, de la naturaleza ictícola y demás posibilidades de ser una potencia. Sin embargo, tenemos el suficiente endeudamiento como para beneficiar al imperio y seguir siendo un país empobrecido.
En el primer tomo de “El capital” de Carlos Marx el alemán escribió:” el descubrimiento de los yacimientos de oro y plata en América, la cruzada de exterminio, esclavización y sepultamiento en las minas de la población aborigen, el comienzo de la conquista, y el saqueo de las Indias Orientales, la conversión del continente africano en cazadero de esclavos negros, son todos hechos que señalan los albores de la producción capitalista”.
Conquista, saqueo y genocidio son vocablos que no remiten a la edad media. Claro que siempre la oligarquía festejó estos delitos. Mitre, Avellaneda y Sarmiento fueron ejemplos de genuflexión ante el imperio británico. Achicar la letra del himno, festejar el día de la raza y considerar a España la madre patria son actos de nuestra alcahuetería tan insana como cipaya.
Suena a viejo el texto. En dos líneas llegamos a nuestros tiempos y leemos que un presidente nos recolonizó sin usar barcos, que fugó capitales como el viejo Rivadavia y que le mandó oro a la reina como si fuera un ramo de flores. No fue Mitre, fue Macri. Ya no tenemos oro, ahora es litio. Y como le tenemos lo debemos nacionalizar y máxime con un gobierno apoyado por Cristina. Pero no se hizo. Alberto, no debe tener tiempo. Claro tanta cinta que cortar no hace tiempo de firmar decretos para indultar a Milagro, a Cristina y menos aún nacionalizar el litio.
América fue y es un continente rico. Europa un bloque saqueador. Cuantas veces escuchamos la frase, “me costó un Perú” o algún abuelo español que te decía “vales un Potosí”. Sin embargo, nunca fuimos potencia. Todo el continente fue arrasado. Primero españoles y portugueses, luego británicos y por último Estados Unidos en sociedad con la Otan.
Eso sí siempre el culpable, para el cipayo, era el argentino. Ese mismo, que no distinguía el enemigo fue y es el que se alegró con la muerte de Perón y de Néstor y lamentó que fallara el tiro del final contra Cristina.
Nos siguen saqueando, con otros métodos, pero todavía nos siguen pegando abajo. ¿No le
parece?