Opinión

El abre puertas

Por Simon Radowistky

Si yo menciono el nombre de Bill Gates, usted en quien piensa, como lo definiría, ¿quien es para usted este buen hombre nacido en el imperio? Respuestas fáciles que otorga Google: creador del Microsoft, filosofo, esposo de Melanie, un benefactor y un integrante del club Bilderberg.

Bill Gates es algo más y ese algo más no coincide con las biografías autorizadas. En principio no es un muchacho que se hizo a si mismo de la nada. Sus padres, relacionados con sectas eugenésicas, poseían el buffet de abogados más importante de los Estados Unidos. Su abuelo no le compró un fitito a los 18 años, sino que le regaló un millón de dólares en la década del 50.

A partir de allí inició un proyecto que gracias a las relaciones familiares logra instalarlo, previo acuerdo con IBM. Microsof fue la base de su fortuna personal que le suma su herencia.

Como mega empresario integra desde hace décadas el Club Bilderberg. El mismo que todos los años se reúne en una pequeña ciudad del planeta para determinar el destino de la humanidad. Gates se esconde en la Fundación Bill y Melanie Gates para poder ensayar sus vacunas en el tercer mundo.

Para mayor protección es dueño de la revista Forbes. Esa que indica la tabla de posiciones de los megas millonarios. Figura su nombre y apellido, pero están ausentes sus amigos los Rostchild y los Rockefeller. Al igual que sus amigos es un iluminati y participa de la secta Rockefeller.

También es propietario de la revista The Lancelot, la biblia de la ciencia. Si la vacuna tal o cual es publicada en esta revista es verdad indiscutible. Es poseedor de laboratorios en Estados Unidos, Ucrania y China. Uno de los cuales en sociedad con el médico de la Casa Blanca ubicado en China. Este último esta sospechado de tener que ver con el covid 19.

Forma parte de la ONU gracias a su amistad con el grupo Rockefeller y es el principal aportante de la OMS, organización mundial de la salud. Maneja laboratorios como si fuera su coche. Ah, también realiza donaciones.

La pregunta es hasta donde es creíble un filántropo que maneja medios a su antojo, dueños de laboratorios, ¿pronosticador de tragedias y casi dueño de la OMS? Es parte de aquellos que determinan que mañana hay una guerra en tal o cual región, es el mismo que tuvo varias condenas en Europa y en su país por trabajar ilegalmente en el mundo científico y es el intocable de las familias de elite. El nos indica cual es la vacuna y a qué precio se vende, le podemos seguir creyendo a estos artistas de la realidad, ¿a estos dueños de nuestras vidas o
comenzamos a discutir a los prohombres del imperio?

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