Desconexión, salir a trabajar, vulnerabilidades familiares, chicos que se van de la casa, embarazo adolescente y depresión son algunas de las problemáticas que afectan el desarrollo educativo de los estudiantes secundarios bonaerenses. Algunos, desde septiembre del año pasado se fueron revinculando con la escuela, otros aún siguen ausentes en las aulas.
El gobierno de la provincia de Buenos Aires dispuso de programas de acompañamiento de las trayectorias educativas como +ATR y Forte para salir al rescate de los miles de jóvenes bonaerenses que por distintas dificultades tienen un pie afuera de los establecimientos educativos.
La iniciativa que se desarrolla desde septiembre del año pasado contempló la conformación de grupos docentes +ATR que visitan los hogares de los jóvenes que perdieron el vínculo con la escuela y acompañan caso a caso a los estudiantes de riesgo, esos que se llevan todas las materias. Se suman los Forte que realizan actividades con los estudiantes a contra turno para fortalecer el vínculo escolar y dar contenidos educativos prioritarios.
En la localidad de Mariano Acosta del municipio de Merlo, a unos 40 kilómetros de la Capital Federal, se reúnen en la escuela 53 los docentes y los equipos directivos para analizar el funcionamiento de los programas y fijar las estrategias para encarar antes del inicio del ciclo lectivo 2022.
Curso por cuso se detalla cómo es la trayectoria educativa de cada estudiante, se discuten los avances y se le asigna el acompañamiento a un docente. “Se trabaja por áreas entre profesores distribuidos por asignaturas, profesores que visitan los domicilios y acompañan la trayectoria de cada estudiante, atendiendo las materias que adeudan y que también están divididas por áreas”, explica Adrián Figueroa, director de la escuela 53.
Es que en este 2022 las materias se dividen por áreas: Inglés, Matemática, Sociales, Naturales y el de la orientación especifica que en esta escuela es Comunicación, pero en otras escuelas podría ser Economía, Arte, Informática, Educación Física. Para que un estudiante repita debe llevarse más de dos áreas.
“Hacemos todo lo posible con los recursos con los que contamos para reinsertar a los estudiantes para que terminen el secundario. Cuando no lo logramos, comprometemos a los padres a que se responsabilicen de la situación del porque no vienen los chicos a la escuela”, explica el director.
Los programas están pensados para abordar las problemáticas de los chicos y chicas que por distintas razones se desconectaron de la escuela. “No podemos pretender recuperar los contenidos de todo un año de virtualidad con desconexión, ni tampoco podemos pretender que los estudiantes se pongan en contacto con 40 profesores y coordinen para rendir en un mes cuando no lo hicieron en un año y medio, esta problemática debe ser abordada de una forma integral”, remarca Figueroa.
