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Educación: El dilema de la presencialidad en el marco de la segunda ola.

Por Laura Benítez.

Durante el verano, Nación, Provincia y CABA, se debatieron sobre el retorno a la presencialidad educativa. Diversas voces se oyeron a favor y en contra sobre el regreso a las aulas, algo que no escapó a la disputa política. A más de un mes de iniciada la presencialidad, paro docente, a partir de mañana,  en reclamo de su suspensión. Por otro lado, Grindetti y Acuña, desde Juntos por el Cambio, piden «cuidar la educación presencial».

Finalmente, el 1 de marzo comenzaron las clases de manera presencial y el 17 de febrero lo hicieron aquellos que durante el 2020 tuvieron escaso contacto con la escuela.

Se definieron protocolos, el uso del transporte público para la comunidad educativa, junto con los y las trabajadoras esenciales, pero a poco más de un mes del retorno a la presencialidad, la situación epidemiológica cambió en virtud de la llegada de la segunda ola de Covid-19.

Durante una conferencia de prensa brindada hoy, el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán sostuvo que “la cantidad de casos viene en un ritmo de crecimiento muy fuerte”. En tanto, desde la gestión bonaerense informaron que, «en la última semana, el promedio diario de contagios alcanzó un récord de 10.032, superando ampliamente el techo que se había tocado la semana previa, de 6.020 casos. Como comparación, el pico de este indicador en la primera ola había llegado a 5.845 casos».

El fin de semana, hubo rumores sobre la suspensión de la presencialidad, pero la gestión de Kicillof se encargó de desmentirlas.  «Circuló en las redes sociales y en algunos medios de comunicación una noticia falsa y errónea respecto de la supuesta suspensión de clases presenciales en las escuelas de la Provincia», expresó el comunicado.

«Si la situación epidemiológica demandara modificar algún aspecto de las condiciones de presencialidad actuales será comunicado en tiempo y forma y por las fuentes oficiales habituales. Les pedimos a todos la máxima responsabilidad al momento de reproducir información respecto a esta y cualquier otra medida de restricción», continuaba el documento oficial.

En este escenario y con el análisis continuo de nuevas restricciones por parte del Gobierno nacional y provincial, con el objetivo de contener la circulación del virus, el Decreto 178/2021 firmado por Axel Kicillof -y publicado en el Boletín Oficial- delega conjuntamente al jefe de Gabinete, Carlos Bianco y a la Directora General de Cultura y Educación, Agustina Vila «a suspender en forma temporaria las clases presenciales, así como a reiniciarlas, en función de la evaluación del riesgo epidemiológico, de conformidad con la normativa vigente».

Asimismo, el Decreto indica que se priorizará la presencialidad educativa. «En aquellos casos en que resulte necesario disminuir la circulación de personas con el fin de evitar la propagación del virus SARS-CoV-2 y sus variantes, se deberán implementar políticas sanitarias que prioricen el funcionamiento de los establecimientos educativos con modalidades presenciales» -para todo el sistema educativo público, que comprende la gestión estatal y la gestión privada-. Todo, conforme a los «parámetros de evaluación, estratificación y determinación del nivel de riesgo epidemiológico y condiciones establecidas en las Resoluciones  del Consejo Federal de Educación y protocolos aprobados».

Mientras tanto, Gremios docentes exigen la suspensión momentánea de las clases presenciales.

Al cierre de esta edición, desde la UDOCBA convocaron a un paro, a partir de mañana -miércoles 14- y por  de 24 horas en reclamo de la suspensión de clases en toda la provincia de Buenos Aires.

«La reunión mantenida ayer con autoridades del gobierno provincial refleja que, si bien hay una cabal comprensión de la grave situación epidemiológica que estamos atravesando, no existe la voluntad política de tomar la decisión fundamental que esta realidad requiere: regresar de inmediato a la virtualidad para detener la transmisión del virus», explica el comunicado y agrega: «Desde UDOCBA sostenemos que GOBERNAR ES CUIDAR A LA GENTE. Grupos completos aislados, docentes contagiados/as, escuelas cerradas por impacto del Covid demuestran a las claras que no hay más tiempo que perder: es hora de volver a las clases virtuales mientras se avanza con el proceso de vacunación para proteger a la ciudadanía».

Por otro lado,  en simultáneo, desde Juntos por el Cambio y en el marco de la primera entrega del Ciclo de Conversaciones 2021, el jefe comunal de Lanús, Néstor Grindetti, dialogó con la ministra de Educación de CABA, Soledad Acuña, acerca de la presencialidad en las aulas y el uso de las TICs como herramientas de aprendizaje.

En ese contexto, ambos coincidieron en «cuidar la educación presencial», al tiempo que Grindetti remarcó que en Lanús, «menos del 1 por ciento de los estudiantes y docentes se contagiaron de Covid-19, claramente la escuela no es foco de contagios».

En sintonía, el secretario de Salud del distrito, Gustavo Sieli, en dialogo con medios locales se expresó sobre el tema: «no tengo datos que indiquen que la presencialidad escolar sea foco activo de Covid».

La voz de Soledad Acuña no pasa desapercibida, ya que protagonizó varios cruces con gremios docentes, debido a su insistencia en la presencialidad educativa, en plena época estival y fue observada por su gestión en educación durante la primera ola, cuando el jefe de Gobierno porteño aseguró que alrededor de 6500 chicos habían perdido contacto con la escuela.  En tanto, durante su charla con Grindetti Acuña destacó que «la educación tuvo un resurgir».

“Todos empezamos a ver lo que pasaba dentro de las aulas, la forma en que enseñaban los docentes y la forma en la que aprendían nuestros hijos. Eso involucró a las familias, los chicos y chicas ganaron autonomía. Se puso en evidencia que la presencialidad es indispensable, que los chicos necesitan el espacio social de la escuela”, indicó la ministra, al tiempo que resaltó consecuencias negativas de la virtualidad, como por ejemplo el 25 por ciento de abandono de estudios por falta de recursos como la conectividad, entre otros.  Asimismo, ambos funcionarios coincidieron en que el nuevo desafío, también, «pasa por darle continuidad al uso de las nuevas tecnologías como método que vaya de la mano con la presencialidad y que contribuya a la formación de niños, niñas y adolescentes mejor preparados para el mundo del futuro».

Mientras tanto, así como muchos padres, madres y expertos se expresaron sobre «la necesidad» de la presencialidad para los chicos y chicas, luego de un año de encierro. Hoy, expresan el temor ante la segunda ola de contagios, más virulenta que la primera. Voces a favor y en contra sobre la «presencialidad cuidada», se suman a la disputa política-sanitaria.

Con este panorama, suspender las clases presenciales y apuntar a la virtualidad, implica, además, tener la capacidad de garantizar desde el Estado, condiciones de igualdad para la enseñanza y empezar a sanar la casi histórica brecha digital. No sea cosa que se vuelvan a quedarse fuera del sistema educativo, los mismos que el año pasado, algo que agravaría profundamente la desigualdad.

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