Divididos y dominados
Por Simón Radowistky.
Una de las frases emblemáticas de Perón fue aquella que “el año 2000 nos verá unidos o
dominados”. Dos décadas más tarde del año 2000 sabemos que permanecemos divididos y
dominados.
Si antes votábamos a peronistas, radicales, derecha o izquierda hoy tenemos más de 32 partidos en las paso, presupuestos enormes para el congreso donde existe 14 asesores por senador, ocho por diputado y más pobreza, más malestar.
¿Hoy hablamos de corporaciones transnacionales, pero sabemos quién es el dueño de la pelota?, ¿quien nos domina? Noam Chomsky en su obra “Quien domina el mundo” explicó: “la guerra de clases, típicamente unilateral, cuenta con una historia larga y amarga. En el amanecer de la era capitalista moderna, Adam Smith condenó a los “amos de la humanidad” de su tiempo, los “comerciantes y productores” de Inglaterra, que “eran, de lejos, los arquitectos principales” de la política y se aseguraban de que sus propios intereses fueran “particularmente atendidos” por más “dolorosos” que resultaran los efectos sobre otros, en
especial las víctimas de su “injusticia salvaje” en el extranjero.
La era neoliberal de la última generación añadió su toque propio a esa imagen clásica: los amos salen de las capas superiores de economías cada vez más monopolizadas, las instituciones financieras son colosales y, a menudo, depredadoras, y las multinacionales están protegidas por el poder del estado y por las figuras políticas que, en gran parte, representan sus intereses”.
Esto dice el sociólogo. Hoy por hoy no hablamos de Biden o Nixon, hablamos de Black Rock, de Soros, etc, etc. Ejemplo reciente fue la campaña realizada por la vacuna Phizer. En la Argentina el principal lobista resultó ser Patricia Bullrich que contrató en persona a una serie de periodistas para imponer un producto caro y no tan bueno como la vacuna rusa.
Finalmente, el pseudo presidente acordó con los dueños de la vacuna, la corporación Black Rock. Desde 1954 a la fecha que las corporaciones tienen un poder superior a los países. La única excepción es China. Pero a pesar del poder mundial algunos intelectuales se opusieron a esta nueva esclavitud.
Bertrand Russel, Eugene Debs, Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht mostraron los dientes. Todos fueron a prisión. Cualquier comparación con Lula y Cristina queda a criterio del oyente. A Debs lo condenaron a diez años de cárcel por plantear preguntas sobre “la guerra por la democracia y los derechos humanos “del presidente Wilson.
Cuenta Chomsky que lo que más alarmó a los sabios de la comisión Trilateral fue “el exceso de democracia”. La defensa de los derechos por parte de líderes políticos determinó medidas corporativas. Ejemplo el crimen de Luther King, JFK, Malcom X, sindicalistas y luego en los 70 golpe de estado con la desaparición sistemática de personas, o ustedes creen que la política actúa sola, que no son cadetes del poder el verdadero dueño del planeta.
En los últimos años, en la Argentina, solo hubo una política que se opuso a las corporaciones. Con todos los errores y trampas que el mismo sistema que defendió le tendió. Muy pesar de todo Cristina se opuso a los amos de la humanidad. El costo lo vemos, en los medios, a diario, otros cadetes del poder llamados jueces inventan causas para que pague por haber osado enfrentar al sistema. Mauricio Macri, un delincuente consumado, goza de paz y libertad, o sea el soldado perfecto de la causa de las corporaciones. Por eso, desde este espacio, hacemos un llamamiento, empezar a analizar la política y no caer en la trampa del adjetivo, sos bueno, sos
malo, sos chorro, sos feo, ese camino nos lleva al error, ¿no le parece?