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DIEGO NAVARRO: Calibrar la brújula para encontrar el rumbo

Sin necesidad de recurrir a demasiados axiomas ni variables  macroeconómicas, el vicepresidente primero de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)  y presidente  a su vez, de la Cámara Industria y Producción en la provincia de Rio Grande, en Tierra del Fuego (CCIPRG)  intenta dar en el blanco de la falta de rumbo que golpea a la economía nacional y a las Pymes en particular. Su visión  descentralizadora, la compartió en exclusiva con Comunas Sudamericanas. 

Por. Margarita Pécora

El portal de la CAME registra  hoy un dato fresco y a la vez impactante: “Las ventas minoristas de los comercios Pymes finalizaron junio/2018 con una caída de 4,2% frente a igual mes del año pasado, medidas a precios constantes, y acumulan una baja anual de 2,8% en el primer semestre del año”.

Basta con este indicador demostrativo del retroceso que experimentan las Pymes en el país, para entender el punto de vista  de Diego Navarro, vicepresidente primero de la  CAME, entidad gremial empresaria que representa a 1.544 federaciones, cámaras, centros y uniones empresarias, y  que a proveedores locales. través de los sectores Industria, Comercio, Economías Regionales, CAME Joven, Mujeres Empresarias, y Turismo, agrupa a más de 600 mil Pymes que dan empleo  a 4.200.000 trabajadores registrados.

¿Cuál es la situación desde su punto de vista. ¿Cree que habrá luz al fondo del túnel?

Primero, entendemos que la crítica histórica que se da en la Argentina  y  que se traduce a veces en un 100% del esfuerzo argentino, debería poner un 30-70%   en proyectos positivos de salida.

Para eso,  en ese  30 % tenemos que analizar de dónde venimos y hacia donde queremos ir. Como primera medida- propone Navarro-,   hay que trazar los  objetivos hacia  donde queremos ir  a mediano y largo plazo, más allá de la coyuntura,  porque si no, nos pasamos  de coyuntura en coyuntura y no  resolvemos el problema de fondo.

¿Cuál es  concretamente su  propuesta?

Lo que planteamos es que tenemos un país  muy grande, extenso, rico, tan rico que  evidentemente somos el número  uno en  recursos naturales por habitante a nivel mundial y  séptimo a nivel general. Analizado de esta manera tenemos que decir  que debemos realmente reorganizar nuestra realidad de todo el territorio nacional, de forma tal  que no se concentre el PBI únicamente en los 4 ó 5 centros importantes de la  Argentina, que representan un  20%  del territorio, mientras tenemos un 80%  restante, sufriendo  un sistema centralista en el aspecto económico, donde  tenemos muchas potencialidades en el interior, pero en las últimas décadas  de nuestra hermosa  democracia, se ha traducido en un aluvión de gente del interior hacia estos centros , especialmente el Gran Buenos Aires.

Esta realidad nos sigue marcando en la medida que no apliquemos políticas centrales y legales donde estén definidas  que los mercados del interior, hoy en día, no nos sigan  aspirando desde grandes empresas en Buenos Aires.

¿Cómo se traduce esto?

En que, por ejemplo, cadenas de supermercados tienen su logística en estos grandes centros y no tienen  departamentos de compras en cada uno de los lugares, y no se les obliga  a través de la responsabilidad social empresaria a generar también proveedores locales,  en la medida de las posibilidades de cada territorio.

Tenemos lugares donde perfectamente se  da cualquiera de las  producciones primarias, sin embargo,- remarcó el empresario-,  las siguen comprando y manejando a  través de la logística de esta zona, yendo en contra del desarrollo local, que es donde van a buscar sus dineros para seguir vendiendo.

¿Qué se puede hacer?

Tenemos que buscar  que se haga un círculo virtuoso donde se traccione no únicamente  en las mejoras que nos traen seguramente  al interior, los adelantos de cadenas nacionales, también  que no nos aspiren todo el dinero porque realmente esto va en contra de la generación de  puestos de trabajo y la calidad  de  consumidores que tenemos.

Por el otro lado, hemos planteado que necesitamos que la coyuntura  deje de ser de cuestiones político electoralistas, y se traduzca en proyectos económicos de mediano y largo plazo. Entendemos la coyuntura, no podemos cambiarla de un día para otro, pero  ya hay que poner los rótulos hacia dónde debemos ir.

Con relación al préstamo  que pidió el gobierno  nacional al FMI. ¿Cuál es  su evaluación?

No creo que sea un problema del FMI que nos pida que tengamos equilibrio  fiscal,  es un problema de todos  los argentinos, si queremos ser un pueblo creíble, sano y desarrollista, tenemos que tener  equilibrio fiscal, y si queremos  tener economía competitiva, tenemos  que tener superávit fiscal,  porque hoy en día los parámetros económicos que tienen las Pymes son negativos a nivel regional.

No nos alcanza  con tener un dólar alto  ni una cuestión monetaria, hay que tener parámetros impositivos, parámetros de aportes  y contribuciones laborales, parámetros de logística, parámetros  inflacionarios, parámetros de  tasa , competitivos y comparables con nuestros países vecinos, que no los tenemos.  Esta va a ser la única forma de salir  con un superávit fiscal para que el  Estado pueda bajarnos esa  vara que nos ha puesto tan arriba y que no nos permite crecer.

¿No le infunde temor escuchar las propuestas de reconversión industrial . Cree que este es el momento para  realizarla?

Nosotros creemos que las reconversiones se tienen que realizar en la medida que las tecnologías  traen desarrollo,  pero si las tecnologías nos van a estar quitando puestos de trabajo, tenemos  que ver cómo se pueden  regular, porque esas tecnologías así como al  interior nos aspiran desde el  centralismo económico, hay muchas tecnologías que vienen desde el exterior con ciertos  intereses de aspirar los recursos nacionales, y debemos ser inteligentes, velar por eso y seguramente, regionalmente, hacer en conjunto con los países vecinos algo al respecto porque las ganancias no rebotan hacia acá.

Acerca de la apertura indiscriminada de las  importaciones ¿cree que esté impactando negativamente  en la competitividad y sobrevivencia de las Pymes, al punto que se dice que ya algunas tienen emitido  un “certificado de defunción”?

Yo no diría que ya  sean “difuntas”,  yo velo por seguir luchando para  que las Pymes sigan siendo la gran base de la economía  argentina, pero la única forma en que  se puede abrir el mercado es cuando se es competitivo en  igual forma  que donde se originan los productos. Si no tengo los mismos parámetros de competitividad, mal puedo abrir  a todos los productos, tengo que ir verificando cuáles puedo y cuáles no.

¿Pero le parece justo que haya productos que se importan en la Argentina  cuando se producen acá mismo?

Creo que debemos  en esto tener el criterio  de que Argentina también necesita del mundo.  Si hay  necesidades comerciales internacionales para el ida y vuelta, es bueno.  Lo importante es que no sea de venida solamente”- sintetizó el dirigente de la CAME-.

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