Un sello llama la atención de un importante sector de la política: la elección del presidente del Partido Justicialista. Atrae a los medios y a un centenar de dirigentes preocupados por renovar sus bancas. Hay que avisarles, por si les interesa, que Milei sigue entregando la Patria.
Apareció un operativo clamor en los portales para que Cristina conduzca. Claro que el clamor es de Wado de Pedro y los desconocidos de siempre que forman La Cámpora. El resto ojea sus cartas.
El otro competidor en la interna no respondió al llamado de la ex presidente. Pero, si atiende el teléfono de Axel, Ferraresi y algunos intendentes que no responden a Máximo.
Usted debe saber que quien sea presidente del PJ será el encargado de manejar la lapicera para la boleta del año que viene. Si Cristina es titular del PJ, su hijo sigue siendo a nivel bonaerense con lo cual ya sabemos que la mitad mas uno de la lista será integrada por esos pibes que vinieron por la liberación. Esos que no liberaron a nadie y que no son pibes. O sea, así el triunfo de Milei en 2027 está asegurado.
La única opción en el partido es apoyar al gobernador riojano, al menos dio muestras de peronismo. Reformó la constitución, creó una moneda, le mostró los dientes a Milei y los servicios en su provincia son baratos. Los k, bien gracias.
Si no es Quintela y el cargo recae sobre Cristina y se olvida de su personaje y las pretensiones sectarias de su hijo, quizás se vea alguna posibilidad de ganar en el 25 y asestar un duro golpe político al traidor que vive en Balcarce 50.
Por ahora, Máximo y su madre son funcionales al gobierno. Hacen críticas, pero atacan a Axel y no empujan el juicio político al Javo, o sea, se disfrazan de opositores. El acuerdo se respeta.
No es de interés nacional esta interna, solo sirve a unos pocos y la realidad no cambiará. Si hay que votar el elegido deber ser alguien que resista, que hable de la doctrina, que se rodea de peronistas y que se encamine a una renovación total. La Cámpora es lo viejo. Son responsables de seis derrotas de ocho elecciones. Ya es hora de ayudar y no de pretender salarios caros gracias a gente empobrecida.
