Todo el gabinete presidencial está nervioso. El contagio provino del gran Toto. El Messi de la economía sabe que el FMI no se enamoró del prescindente. Saben que el tiempo es escaso y el pedido presidencial de devaluar después de las elecciones no cayó bien en las fuerzas del poder.
Tampoco tuvo éxito el ministro en solicitud de prestamos por 20 mil millones de dólares. La respuesta del fondo fue, devaluar lo tienen que hacer y plata no nay. Como mucho un asiento contable y nada más.
Con estas noticias el helicóptero espera si enciende el motor en diciembre o un poco antes. Pueden ganar las elecciones gracias a la ayuda opositora pero el Banco Central sigue seco y recontra seco.
El miércoles los jubilados tendrá la defensa menos esperada. El futbol se plantará delante de la impresentable policía y estos estarán en problemas. Gasear a un viejo es cosita suelta, pero meterse con un barra va ser mejor que tengan una buena obra social.
Hasta ahora 300 hinchadas comprometieron su asistencia y seguramente serán más. Este hecho social lo logró Milei. Basta de la izquierda antigua en su protesta, ni hablar de la continua ausencia de la CGT, el futbol se impuso. Todos los barras tiene un jubilado en su familia y si además de defender a los viejos pueden enrostrar la casaca a la policía, más no se puede pedir.
El apellido Milei está siendo apedreado. La cripto moneda. Santiago Caputo y sus desventuras, las hinchadas plantando batalla y el hambre que golpea a gran parte de la población. La cuenta regresiva comenzó. No será hoy ni mañana pero el futuro de los Milei es oscuro. No le parece?.
