CLAUDIA PEIRÓ: “Quizás venga un Papa como él, pero será más difícil”.

Por Gabriel Russo –
Desde su perspectiva como periodista e historiadora, Claudia Peiró resaltó en charla con Comunas, el relevante papel que el Papa Francisco ejerció en estos doce años, como líder espiritual y político del siglo XXI dejando una huella profunda en la geopolítica mundial y en la Iglesia Católica, promoviendo reformas internas y una visión inclusiva que trascendió fronteras. Por todo lo anterior, consideró difícil de que el próximo Papa sea como Francisco.
En su reciente artículo en Infobae, Peiró reflexionó sobre el legado del Papa Francisco tras su fallecimiento. Subrayó su capacidad para combinar fe, diálogo y compromiso social y resaltó la cercanía del Sumo Pontífice con la gente, su enfoque en las periferias y su habilidad para tender puentes entre diferentes tradiciones religiosas.
“Fue un hombre de gran fe y misericordia, muy compasivo. El tema del amor al prójimo, lo tomó al pie de la letra. Era auténtico y cercano a la gente. Recorría las villas, caminaba constantemente por Buenos Aires entre su feligresía, y al llegar al Vaticano logró mantener esa imagen de cercanía-agregó Peirò.
“Tenía el hábito de los llamados telefónicos, donde contactaba a parroquias en distintos lugares del mundo, mostraba su capacidad para seguir en contacto con la gente. Incluso invitaba a los sin techo de Roma a festejar su cumpleaños en el Vaticano, algo que hacía con sinceridad. Una de las últimas cosas que hizo fue lavar los pies en una cárcel durante Semana Santa, manteniendo el rito, y lo hizo incluso este año. Ir al Vaticano con él era como ir a la parroquia de tu barrio.
— Cuando hablan del Papa reformista, ¿qué fue lo que reformó en estos 12 años?
Creo que modificó las reglas internas de la Santa Sede, creó un nuevo código. Las reformas en la Iglesia Católica siempre son muy lentas, y es difícil que un Papa llegue y lo cambie todo. Sin embargo, intentó, por ejemplo, permitir que los divorciados vueltos a casar pudieran comulgar. El resultado fue negativo: quedó como una especie de autorización informal, porque el Papa no tenía problema con ello, pero no logró que la Iglesia lo aceptara formalmente. En el Vaticano es muy difícil avanzar en ese sentido. Pero creo que, además, está la preservación de una tradición, lo que hace al poder de una institución que ha sobrevivido porque logra cambiar sin autodestruirse. Creo que él intentó, sobre todo, mantener esa imagen de cercanía. Quizás venga un Papa como él, pero será más difícil.
— La mayoría de los que van a elegir al próximo Papa fueron designados por Francisco. Uno pensaría que sería alguien similar.
Él eligió a la mayoría de los cardenales con un criterio amplio y democratizador, incluyendo a muchos de distintos lugares del mundo. Cuando lo nombraron obispo, dejó de estar bajo las órdenes de la Compañía de Jesús, ya no era orgánico a esa institución. No creo que haya ordenado jesuitas, pero sí nombró a personas de otros lugares. Durante su pontificado, eligió viajar muchas veces a la periferia, a países donde no hay mayoría cristiana, sino marcadas minorías.
— De los candidatos que mencionan los medios, hay un paraguayo y un cardenal de Guinea, pero tiene 78 años…
Es difícil. Además, tiene una posición un poco extrema, y es complicado que obtenga tantos votos. No sé, es difícil preverlo. También mencionan a Pietro Parolin, el cardenal que fue secretario de Estado durante el pontificado de Jorge Bergoglio (Papa Francisco).Parolin desempeñó un papel clave como diplomático y administrador en la Santa Sede, pero no se destacaba como los Papas anteriores, que eran grandes personalidades o intelectuales de la Iglesia. En mi opinión, Parolin no tiene esas características.
Creo que tal vez nombren a un europeo, porque la Iglesia en Europa está muy debilitada. Un latinoamericano sería difícil, aunque podría ser un norteamericano. Bergoglio tenía varios amigos, entre ellos un franciscano al que llamaban «el Bergoglio norteamericano». Ese podría ser. También está el filipino, cercano al Papa y bastante joven, aunque eso no siempre ayuda, porque se espera que un papado joven sea muy largo. Pero la Iglesia puede sorprender, como lo hizo con Bergoglio, que fue una gran sorpresa-concluyó Claudia Peiró.